Por redacción de Sin Comillas

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anunció que este año empezará a retirar los estímulos monetarios que se pusieron en vigor en 2020 para combatir los efectos del COVID-19. Una señal de que la economía de Estados Unidos se recupera.

El presidente de la Fed había indicado que comenzarían a retirar sus estímulos cuando se produjera “un progreso sustancial” hacia el pleno empleo y hacia una inflación que, de media, se situase en el 2%. Según señaló ayer en su comparecencia virtual, ese progreso sustancial ya se ha alcanzado en la inflación y en el empleo va camino de ello.

“Si la economía evoluciona como anticipamos, sería apropiado reducir el ritmo de las compras de deuda este año”, aseguró Powell, en su discurso en el simposio de Jackson Hole (Wyoming, EEUU).

El máximo responsable de la política monetaria reconoció que la nueva ola del virus supone un riesgo a corto plazo, pero es positivo con la economía de Estados Unidos y cree que ya no necesita tanto apoyo.

La Reserva Federal, eso sí, se compromete a seguir vigilando la evolución de los datos macroeconómicos y de los riesgos y, si fuera necesario, cuenta con la flexibilidad suficiente como para posponer su anuncio.

El presidente de la Reserva Federal ha centrado gran parte de su discurso en Jackson Hole en argumentar que sigue pensando que gran parte de la inflación es transitoria, por lo que a su juicio no debería convertirse en un problema en el medio plazo.

En la actualidad, las tasas de interés se mantienen entre el 0% y el 0.25%.