Por redacción de Sin Comillas

Poner en vigor un programa de monitoreo de pruebas periódicas para detectar asintomáticos entre estudiantes y maestros y realizar un monitoreo adicional, en una primera fase, con pruebas moleculares semanales son algunas de las recomendaciones presentadas por la Coalición Científica para que los estudiantes puedan regresar a las escuelas. El grupo fue nombrado por el gobernador Pedro Pierluisi para asesorarlo en la toma de decisiones sobre la pandemia del COVID-19. El gobierno permitirá la apertura voluntaria escuelas públicas y privadas a partir del 1 de marzo.

El Comité recomienda que las escuelas que operen de forma híbrida deben realizar una prueba de detección a una muestra aleatoria de al menos el 10% de los estudiantes. La selección de los estudiantes debe ser de forma aleatoria.

La Coalición respalda el regreso a clases presenciales “siempre y cuando se utilicen estrategias que aseguren un regreso de manera segura en el contexto de la pandemia”.

El consenso de la Coalición Científica es que como parte del programa de reapertura, debe implementarse un programa piloto de estrecho monitoreo, en particular en lo que concierne el uso de pruebas. Una manera de poder identificar a tiempo las infecciones asintomáticas de maestros y estudiantes es a través del uso de pruebas periódicas de cernimiento de COVID-19. La prueba ideal, aseguran, es la prueba molecular (PCR) que es la prueba que se utiliza para confirmar el diagnóstico de la infección.

Los resultados deben incorporarse al Bioportal del Departamento de Salud para permitir el rastreo de casos y evaluar el cierre de salones o escuelas antes de posibles brotes.

Durante la primera fase, los estudiantes, maestros y empleados (incluyendo transportistas) deben participar en un monitoreo adicional con pruebas moleculares tomadas semanalmente para mantener una vigilancia estrecha durante esta fase. Esta recomendación, explican los expertos, está fundamentada en estudios científicos que sugieren que casos de contagios en escuelas frecuentemente ocurren a través del personal adulto de trabajo en la escuela, por lo cual sugerimos un enfoque en pruebas a los adultos.

También se recomiendan pruebas aleatorias a los estudiantes. “Reconocemos que los padres de los estudiantes deben dar consentimiento para la toma de muestras a los menores y este consentimiento se debe obtener con anticipación (antes que el estudiante se integre a actividades presenciales). Recomendamos, para casos positivos, que se notifique a los padres (o familiar encargado) el resultado positivo de pruebas de cernimiento o diagnóstico, para iniciar aislamiento, tomar muestras a contactos y notificación del proveedor primario de servicios de salud. La identificación temprana de personas infectadas con coronavirus podría facilitar el acceso a tratamientos que reducen el riesgo de severidad y de necesidad de hospitalización”.

El programa de pruebas periódicas no sustituye la necesidad de evaluación y pruebas a personas con síntomas. Se requerirán medidas de aislamiento a niños y adultos con síntomas hasta que se determine la infección por prueba diagnóstica, o pasado el tiempo requerido de cuarentena.

“Con medidas de protección y distanciamiento bien ejecutadas (ej. uso de mascarillas, distanciamiento físico, reducción en número de estudiantes por salón, lavado de manos y otras medidas ya recomendadas), el riesgo de transmisión debe ser mínimo. Esto facilita que las pruebas periódicas puedan ser usadas con una frecuencia de 1 a 2 semanas, dependiendo del tipo de prueba, y permanezcan efectivas. Sugerimos que todas las escuelas que inicien actividad presencial híbrida tengan un programa de monitoreo con pruebas”.

Personal de laboratorios de referencia podrían tomar las muestras de la población escolar (en la facilidad o plantel) y se debería establecer un sistema de recogida de muestras en los días en que los estudiantes y el personal asistan de manera presencial. Se recomienda que se establezcan contratos o acuerdos entre laboratorios de referencia y el Departamento de Educación o escuelas privadas para realizar las pruebas, y el reporte de estas. Al entrar la información en el BioPortal, se conocería de inmediato en qué escuela, salón y grupo hay una persona con infección de COVID.

Cuando concluya la primera fase de apertura, el Comité sugiere mantener programa de muestreo aleatorio continuado.  Si se determina que el riesgo de transmisión de COVID es menor en el ambiente escolar que en la comunidad, y que no hay aumento en casos comunitarios asociados a la actividad escolar, recomienda continuar el programa de muestreo aleatorio para identificar posibles nuevos casos con agilidad.