Por redacción de Sin Comillas
El Comisionado Residente, Pedro Pierluisi informó que el senador Bill Nelson de Florida presentó un proyecto de ley en el Senado federal que brindaría igualdad de trato a la tercera edad en Puerto Rico y ponerle fin al discrimen que enfrenta la Isla bajo la aplicación de la Parte D de Medicare a beneficiarios elegibles.
La medida busca extender el programa de subsidio de bajos ingresos a beneficiarios elegibles en Puerto Rico y otros cuatro territorios de Estados Unidos. De aprobarse la misma, se estima que podría beneficiar cerca de 438,000 personas en Puerto Rico, 60% del total de 730,000 beneficiarios de Medicare en la Isla.
El senador Nelson es miembro del Comité de Finanzas del Senado, que tiene jurisdicción sobre todos los programas de salud federales, incluyendo Medicare. El proyecto de ley es coauspiciado por el senador Chuck Schumer, de Nueva York, el senador Bob Menéndez de Nueva Jersey y el senador Richard Blumenthal de Connecticut.
“El propósito de esta legislación es poner fin al discrimen que enfrentan Puerto Rico y los demás territorios en la aplicación de la Parte D de Medicare desde que comenzó el programa en el 2006. Ese trato desigual afecta la capacidad de nuestras personas mayores para pagar los medicamentos con receta y priva a nuestro sistema de salud de fondos muy necesarios”, afirmó Pierluisi.
“Agradezco al senador Bill Nelson por radicar el proyecto de ley en el Senado federal. Puerto Rico carece de representación en ese cuerpo y el senador Nelson se ha convertido en un defensor de trato igual para el territorio bajo programas federales de salud y otros. Como resultado de la migración masiva desde Puerto Rico a los estados, el número de residentes de la Florida nacidos en Puerto Rico o de ascendencia puertorriqueña se ha duplicado desde el año 2000, de menos de 500,000 a más de un millón”, sostuvo Pierluisi.
Hay más de 730,000 beneficiarios de Medicare en Puerto Rico. Alrededor del 70% está inscrito en un plan Medicare Advantage, mientras que el 30% restante está inscrito en el Medicare tradicional de pago por servicio.
En los 50 estados, los beneficiarios de Medicare con un ingreso anual por debajo del 150 por ciento del nivel federal de pobreza son elegibles para recibir un subsidio de bajos ingresos del gobierno federal, lo que reduce o elimina la prima mensual y otros gastos directos de su bolsillo asociados con la Parte D. El subsidio es pagado directamente por el gobierno federal para el plan del beneficiario, ya sea un plan de medicamentos independiente o un plan Medicare Advantage. Alrededor de dos tercios del gasto federal en la Parte D se utiliza para subsidios de bajos ingresos.
“Por el contrario, los beneficiarios en Puerto Rico y los demás territorios no son elegibles para el subsidio de bajos ingresos, un forma flagrante de discriminación. En su lugar, el gobierno federal ofrece al gobierno a Puerto Rico con una ‘asignación mayor’ para complementar tope anual de Medicaid del territorio, conocida como EAP. Bajo la fórmula de EAP, Puerto Rico recibe cerca de $40 millones al año, una cantidad escandalosamente insuficiente. Además, para poder utilizar esos fondos, el gobierno de Puerto Rico tiene que parear el 45 por ciento, igual que en todos los demás fondos federales de Medicaid. En cada uno de los últimos tres años, el gobierno de Puerto Rico utilizó menos de la mitad de los fondos EAP disponibles, a pesar de que existe gran necesidad de asistencia de medicamentos recetados en la isla”, expresó Pierluisi.
“En resumen, además de sufrir un grave déficit de fondos federales al recibir una llamada ‘asignación mayor’ en vez del subsidio de bajos ingresos que reciben los estados, no puede incluso utilizar la mayor parte de los limitados fondos a los que es elegible debido a la exigencia de pareo local”, añadió.
En enero de 2014, el Comisionado Residente radicó en la Cámara el proyecto, conocido como “Ley para la Igualdad en la Asistencia de Medicamentos con Receta bajo Medicare en los Territorios” (Territories Medicare Prescription Drug Assistance Equity Act).
“Los proyectos de ley prácticamente idénticos que el senador Nelson y yo presentamos lograrían tres cosas en Puerto Rico. En primer lugar, ayudarían a los beneficiarios de Medicare que ganan hasta el 150 por ciento del nivel de pobreza federal a poder comprar los medicamentos recetados que mejoren su salud y, en algunos casos, hasta salvar su vida. Segundo, reducirían la carga financiera de los planes Medicare Advantage en Puerto Rico, lo que les permitiría utilizar los ahorros para mejorar los servicios y reducir los costos para los beneficiarios. Por último, la legislación ahorraría decenas de millones de dólares al año al gobierno de Puerto Rico en el pareo de los costos que debe pagar para retirar los limitados fondos de EAP. Este alivio es particularmente importante a la luz de los desafíos fiscales que enfrenta el gobierno del territorio”, reiteró Pierluisi.
Si el subsidio de bajos ingresos se extiende a Puerto Rico, cerca del 60% de los 730,000 beneficiarios de Medicare en Puerto Rico podría ser elegible para recibir asistencia federal para la compra de medicamentos recetados. Un estimado del importe total de la ayuda federal a Puerto Rico a través del subsidio de bajos ingresos es de unos $300 millones al año, que es aproximadamente 7.5 veces la cantidad de fondos federales para los que Puerto Rico es actualmente elegible bajo EAP.