Por Luisa García Pelatti

Durante las primeras décadas del siglo XXI las cifras de emigración de puertorriqueños han superado las de mediados del siglo XX. Entre 2010 y 2020 emigraron a Estados Unidos 613,915 personas. En 2018, 5.8 millones de puertorriqueños residían en Estados Unidos, mientras que en la Isla había 3.2 millones. Ningún otro país tiene a una proporción tan alta de su población residiendo fuera. ¿Qué impulsa este reciente éxodo?

Según un estudio realizado por el economista Edwin Irizarry Mora para el Centre on Migration, Policy and Society (COMPAS) de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, los puertorriqueños no se mudan a Estados Unidos porque no tengan trabajo, el 60% de los que se van están en la fuerza laboral, sino porque los salarios en Estados Unidos son mucho más altos. Durante los últimos 12 años, los salarios en Estados Unidos han crecido 52.8% frente a una subida de 13.1% en Puerto Rico. En 2019, el ingreso anual de los hogares asciende a $86,738 en Maryland, $45,792 en Mississippi y a $20,296 en Puerto Rico.

Por otro lado, la distribución del ingreso nacional neto que van a los trabajadores se ha reducido de 38.1% en 2006 a 29.8% en 2020. Es decir, la distribución del ingreso ha favoreció cada vez más a los propietarios y no a los trabajadores. Además, los individuos aportan el 60% de los recaudos del Departamento de Hacienda, frente al 40% que pagan las corporaciones.

Otros factores que podrían ayudar a explicar por qué se van los puertorriqueños son: la criminalidad (en las comunidades de origen y destino de los emigrantes), el lugar de residencia de los familiares, las ayudas federales que reciben, la calidad de vida, los desastres naturales y la estabilidad política y social.

Según Edwin Irizarry Mora, otros factores que explicarían la reciente ola migratoria son el alto porcentaje de la población que vive por debajo del nivel de pobreza (47% en 2015); la falta de una estrategia de desarrollo que apoye los intereses de familias de ingresos bajos y medianos, el capital local y las comunidades; y el colapso de la economía puertorriqueña y el modelo político, cuya manifestación más reciente es la crisis fiscal del gobierno central.

En su investigación, publicada en Occasional Papers de la firma Estudios Técnicos, Inc., Irizarry Mora, que ha ocupado posiciones en el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), señala la naturaleza colonial de la relación política entre Puerto Rico y Estados Unidos como elemento fundamental detrás de una experiencia de emigración tan masiva. “Esto no es una crisis cíclica o temporal, sino una fenómeno de carácter estructural”, explica.

La investigación se plantea varias preguntas: ¿Hasta qué punto el fracaso del llamado “Modelo de desarrollo de Puerto Rico” ha sido el principal factor en la perpetuación de la pobreza estructural, un factor socioeconómico que ha promovido emigración? y ¿cuál es la relación de la desigualdad en la distribución del ingreso y la emigración?