Bailout

Por Luisa García Pelatti

Durante la crisis financiera del 2008, el gobierno del presidente Obama rescató a bancos y aseguradoras con $619,000 millones. El objetivo era salvar a esas compañías privadas que eran demasiado grandes para dejarlas quebrar. Ahora, desde el Congreso de Estados Unidos, los legisladores republicanos se niegan a que la medida que se apruebe para ayudar al Gobierno de Puerto Rico a salir de su crisis fiscal incluya un rescate. “¿Es Puerto Rico demasiado pequeño y, por lo tanto, Estados Unidos no tiene una necesidad urgente de proporcionar apoyo financiero?

Esa es la pregunta que se hace Heidie Calero, presidenta de H Calero Consulting, en el  número más reciente de su publicación “Economic Pulse”, donde analiza la junta de control fiscal propuesta por el Congreso de Estados Unidos.

“Estados Unidos rescató a bancos más grandes que lo que se necesita para mantener a flote el Banco Gubernamental de Fomento”, señala Calero, que advierte ofrecer un financiamiento, no un rescate, sería menos costoso que lo que le va a costar en fondos federales de programas de beneficencia por los puertorriqueños que se han mudado a Estados Unidos, y que cualifican para recibir asistencia de programas como el de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés), que no está disponible en Puerto Rico, o Medicaid.

Sin embargo, el enfoque en el ala republicana del Congreso es evitar a toda costa un “bailout”. Ayer, Paul Ryan, el portavoz de la Cámara de Representantes de Estados Unidos comentó: “Nuestro objetivo es evitar que los contribuyentes se vean afectados y que no haya un rescate pagado por los contribuyentes”.

Calero destaca que es necesario que el Gobierno estabilice su liquidez de forma inmediata, y para ello necesita acceso a financiamiento que puede proveer el Departamento del Tesoro. Además, los fondos que recibe Puerto Rico de Medicaid, Medicare, educación y vivienda se deben distribuir de forma más equitativa. Por otro lado, defiende la implementación del programa de “crédito por trabajo” para luchar contra la baja participación laboral, una reducción del gobierno y enfocarse en las alianzas público privadas para financiar las infraestructuras necesarias.

“Si al Congreso le preocupa, solucionar la crisis de la deuda debe ser un medio, no el fin, para resolver nuestros problemas. Si no es así, Puerto Rico está solo y necesita estar unido”.