Por redacción de Sin Comillas

El plan de estímulo económico de $1.9 billones ($1.9 trillion en inglés) para hacer frente al COVID-19 aprobado la semana pasada por el gobierno federal traerá a Puerto Rico unos $10,000 millones, según un estimado de la firma Estudios Técnicos, Inc.

Poco más de la mitad de esos fondos irá a los individuos como un suplemento al desempleo ($1,170 millones) y como un pago de $1,400 a la inmensa mayoría de las familias, que en total recibirán $3,920 millones. El gobierno recibirá una asignación de $2,400 millones.

Unos $612 millones serán para financiar el Crédito Contributivo por Ingreso Devengado (EITC, por sus siglas en inglés); $900 millones para asistencia nutricional; $274.5 millones en asistencia para el pago de renta; y $40 millones de la moratoria a desalojos de vivienda.

“Estos fondos representan un inmenso alivio para nuestras familias, pero no podemos perder de vista que estos fondos son temporeros, estimulan el consumo y hacen muy poco o nada para mejorar la competitividad de Puerto Rico en áreas como la manufactura, el turismo, los servicios avanzados y la agro-industria.  Como el consumo en Puerto Rico es mayormente importado, el impacto será menor”, asegura la firma en su análisis.

Hay asignaciones por las cuales es difícil calcular el impacto en Puerto Rico y hay medidas que cambian la política pública en diversas áreas que habrá que analizar más detalladamente para evaluar su posible impacto. Es el caso del Programa de Protección de Nómina (PPP), el programa de préstamos de emergencia EIDL, el programa de subvenciones para los establecimientos de comidas y bebidas y el programa de fondos de emergencias para el transporte público.

“Puerto Rico necesita desarrollar un mapa de ruta hacia el futuro más allá de los fondos de reconstrucción y para mitigar la pandemia. Ningún país se desarrolla estimulando el consumo, y aún menos si tienen una economía tan abierta como la nuestra”, advierte la firma.