Opinión
Por Enrique Vázquez Quintana*
Puerto Rico es considerada como la colonia más antigua del mundo. Desde sus comienzos como país y hasta el presente, Puerto Rico siempre ha sido una colonia. Fue colonia de España por 505 años y luego ha sido colonia de Estados Unidos por 125 años. Colonia se define como un conjunto de personas que proceden de un mismo territorio y se establecen en otro. En política, una colonia puede ser, o un asentamiento o forma de poblamiento, o bien un territorio sujeto a la administración y gobierno de un país remoto, llamado metrópolis. Puerto Rico ahora es colonia simultáneamente de nuestros dos colonizadores. Y lo que es peor, los dos partidos que se han alternado en el poder han contribuido a que seamos colonia de España y Estados Unidos al mismo tiempo.
Desde el Tratado de Paris, el Congreso norteamericano tiene un control absoluto sobre la colonia de Puerto Rico. Cuando Puerto Rico incurrió en la quiebra económica el Congreso aumentó el control sobre su colonia al imponernos la Junta de Supervisión Fiscal. Los dos partidos políticos locales que se han alternado en el poder han sido los culpables de nuestra crisis fiscal. El control del Congreso sobre la colonia de Puerto Rico no será alterado en un futuro cercano; al gobierno federal no le interesa cambiar el estatus de la colonia.
La nueva incursión del gobierno español en nuestros asuntos económicos comenzó bajo la gobernación de Rafael Hernández Colón con la creación de la Alianza Público Privada para la administración del Puente Teodoro Moscoso con la Compañía Abertis, compañía española con contratos en varios países. Le correspondió al recién iniciado gobernador Pedro Rosselló González la inauguración del Puente Teodoro Moscoso. En ese acuerdo no se incluyeron previsiones para proteger a los usuarios de esa vía de rodaje. El peaje del puente Teodoro Moscoso ha ido en aumento y ya cuesta $3.70 en cada dirección.
El 18 de octubre de 2023 se firmó un nuevo contrato con Metropistas (Abertis) para la administración de las otras autopistas del país que no estaban privatizadas. Esa transacción fue aprobada por la Junta de Supervisión Fiscal para pagar la deuda a los acreedores de la colonia. Es evidente que un colonizador está protegiendo al anterior, entiéndase Estados Unidos a España. También es evidente que los peajes aumentarán por los subsiguientes 40 años que dura el contrato. Es obvio que Metropistas recobrará con creces la inversión original que hizo en la APP. Al cabo de esos 40 años nos devolverán las autopistas sin ninguna garantía de que estén en óptimo estado. El Puente Teodoro Moscoso será devuelto cuando se cumplan 50 años de la APP y con toda seguridad estará en estado de chatarra, listo para ser derrumbado por el gobierno de la colonia.
De acuerdo con lo revelado por el gobierno de Puerto Rico los peajes serán modificados, eufemismo para ser aumentados, de acuerdo a la inflación y a la ganancia de la compañía privatizadora, Metropistas.
Las contrataciones con las APP obedecen a la imposibilidad del gobierno de la colonia para realizar labor alguna de forma eficiente y beneficiosa para el pueblo. Una posible opción pudo haber sido que la Autoridad de Carreteras aumentara los peajes por cuatro o cinco años y con los fondos de la crudita pagar la deuda de esa entidad y posteriormente se reducirían los peajes sin tener que atropellar a los usuarios de los expresos del país. Pero es más fácil recurrir a los colonizadores para que sigan drenando los recursos de los colonizados y perpetuar la pobreza del país.
Pero ya el país se comporta como el esclavo liberto, acepta todo el atropello y está temeroso de su libertad y prefiere seguir viviendo como colonizado.
- El autor es doctor en medicina y fue presidente del Colegio Médicos de Puerto Rico