Todos los países de la eurozona deberán obligatoriamente equilibrar sus presupuestos y coordinar mejor su política fiscal, anunciaron el martes los líderes de Francia y Alemania, en busca de soluciones políticas a largo plazo en lugar de medidas financieras inmediatas como un bono soberanos europeo común.
El presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel prometieron además armonizar el sistema fiscal de sus países para demostrar que los países más importantes de la eurozona “avanzan juntos” en la protección del euro.
Ambos líderes insistieron que están decididos a defender el euro, la piedra clave de la integración del Viejo Continente. Presentaron sus propuestas tras reunirse el martes en París entre indicios de una desaceleración económica y luego de una semana muy turbulenta en los mercados financieros causada por la salud financiera de Europa.
Sarkozy dijo a los periodistas que Merkel y él desean “un verdadero gobierno económico europeos”, formado por los jefes de estado y de gobierno de todas las naciones de la eurozona.
El nuevo organismo se reunirá dos veces al año —y más en tiempo de crisis— siendo encabezado al principio por el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, durante dos años y medio. Después, sugirió Sarkozy, podría quedar accesible a otros jefes de estado y de gobierno.
La medida parece un paso al frente para consolidar a largo plazo la integración económica que según muchos analistas es inevitable para que pueda sobrevivir el euro, aunque no quedó claro el efecto que tendrá a corto plazo.
“Debe haber una coordinación sólida de la política financiera y económica” para proteger el euro, dijo Merkel.
La canciller insistió que la crisis comenzó hace varios años por la conducta de varios estados miembros y que no hay soluciones a corto plazo para encarar la crisis.
“Recuperaremos la confianza perdida”, aseguró. “Por ello entramos en una nueva fase con una nueva calidad de cooperación dentro de la eurozona”, agregó en referencia a la propuesta de formar un gobierno económico permanente para el bloque.
Empero, ambos mandatarios descartaron emitir deuda soberana común en forma de eurobonos, al menos por ahora, pese a la demanda de muchos inversionistas.
Las escasas perspectivas de crecimiento económico de Europa hacen aún más difícil que los gobiernos puedan reducir sus deudas. En los 17 países de la eurozona la economía creció en el segundo trimestre un 0,2%, en contraste con la robusta expansión de Alemania en el primero, según estadísticas de la UE difundidas el martes.
“Cuando más siga aquejado el mercado de la deuda soberana, más será el daño de la economía en general”, dijo el economista Lloyd Barton, de la firma Ernst & Young. “Un mayor deterioro de las condiciones financieras podría dañar severamente el panorama de toda la eurozona”.