Por redacción de Sin Comillas
La Reserva Federal de Estados Unidos seguirá aumentando las tasas de interés hasta que la inflación esté bajo control. Lo ha dejado claro Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en su esperado discurso en la reunión de Jackson Hole, Wyoming.
Powell ha advertido que tratar de mantener la inflación bajo control provocará “algo de dolor” para las familias y las empresas, pero no hacerlo sería aún más doloroso.
“Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia. Además, es muy probable que las condiciones del mercado laboral se debiliten. Mientras que las tasas de interés más altas, el crecimiento más lento y las condiciones del mercado laboral más débiles reducirán la inflación, también supondrán cierto dolor para los hogares y las empresas. Estos son los desafortunados costos de la reducción de la inflación. Pero si no se restablece la estabilidad de los precios, el dolor será mucho mayor”, ha dicho en su discurso.
“El restablecimiento de la estabilidad de precios requerirá probablemente el mantenimiento de una política restrictiva durante algún tiempo. Los antecedentes históricos desaconsejan una flexibilización prematura de la política”, añadió Powell.
Powell ha reiterado que el objetivo principal de la Reserva Federal es volver a situar la inflación en el objetivo del 2%. “La estabilidad de los precios es responsabilidad de la Reserva Federal y constituye la base de nuestra economía. Sin estabilidad de precios, la economía no funciona para nadie. En particular, sin estabilidad de precios, no lograremos un período sostenido de condiciones sólidas en el mercado laboral que beneficien a todos. Las cargas de la alta inflación recaen más en los que menos pueden soportarlas”.
Powell no ha dado pistas sobre de cuánto será la subida de las tasas en la próxima reunión. “Nuestra decisión en la reunión de septiembre dependerá de la totalidad de los datos entrantes y de la evolución de las perspectivas”.
El pasado 27 de julio, la Reserva Federal aumentó en 0.75 puntos porcentuales –la mayor subida desde 1994– las tasas de interés por segundo mes consecutivo, hasta situarlas en un rango entre 2.25% y 2.50%.