Opinión

Por Luisa García Pelatti

El pasado 20 de octubre se celebró el Día Mundial de la Estadísticas, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidos, que busca concienciar sobre la importancia de contar con estadísticas de calidad, confiables, accesibles y oportunas para tomar decisiones informadas. Con motivo de esa conmemoración, Orville M. Disdier, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas, destacaba en SIN COMILLAS que, a pesar de que la situación ha mejorado en los últimos años, las estadísticas que produce Puerto Rico “no gozan de la mejor salud”. 

Las estadísticas deben ser de calidad, confiables, accesibles, útiles, pertinentes, comparables, puntuales y oportunas. Haré énfasis las últimas dos características: las estadísticas deben ser puntuales y oportunas.

Puntuales: la falta de rezago en tiempo entre la fecha real de publicación y la fecha planificada de  publicación. Un ejemplo de falta de puntualidad son las estadísticas sobre recaudos que el Departamento de Hacienda publica debería publicar todos los meses. Al día de hoy, los últimos datos publicados corresponden al mes de agosto. Y no es sólo que los datos se estén publicando con un rezago ostensible, sino que Hacienda ha adoptado, desde hace un par de años, la norma de publicar el mismo día dos meses de recaudos. Y entonces, las estadísticas no solo no son puntuales sino que, además, no son ni oportunas ni pertinentes. Y no siempre ha sido así. Hubo un tiempo en que Hacienda publicaba los datos 10 días después de acabado el mes.

Oportunas: la brevedad en tiempo entre la fecha real de publicación y la fecha del evento o fenómeno que la estadística describe. Es lo que pasa con los datos de registros hoteleros. La Compañía de Turismo publicó la semana pasada los datos de abril. Es relevante saber cómo la pandemia ha afectado a los hoteles, pero tiene poco sentido publicar ahora datos del mes de marzo o abril, cuando ya han transcurrido siete meses. También se están publicando con mucho retraso los datos de ventas al detal. Los últimos fueron los del mes de julio.

Hay ocasiones en que se confunde oportunidad con conveniencia y el gobierno publica las estadísticas cuando le conviene, cuando los resultados le son favorables. Por eso a veces se publican varios meses al mismo tiempo, tratando de ocultar unos malos resultados con otros.

Es lo que ha pasado en alguna ocasión con los datos del Indice de Actividad Económica, un indicador mensual que últimamente se han publicado dos y hasta tres meses a la vez. Esta estadística también se está publicando con retraso. El dato más reciente es del mes de agosto.

El gobierno no tiene ningún respeto por las estadísticas y no se sonroja ante la tardanza en la publicación de los datos. Total, deben pensar, esto es algo que sólo preocupa a un puñado de periodistas y economistas.