Por Luisa García Pelatti
Popular, Inc. (NASDAQ:BPOP) enfrenta el viernes su reunión anual con accionistas en uno de sus mejores momentos tras la crisis financiera. Las noticias que les dará Richard Carrión a los accionistas no son malas. Popular ha hecho más sólida su base de capital y lleva varios trimestres siendo rentable. La debilidad de la economía de Puerto Rico y una reducida demanda de crédito seguirán afectando los resultados de Popular, advierten los analistas, pero la mejora en la calidad de los activos y la reducción de su fuerza laboral hacen pensar que existen razones para el optimismo y que las ganancias seguirán aumentando en los próximos trimestres.
Pero no todo es positivo. El valor de la acción es excesivamente bajo y Bloomberg lleva dos años cuestionando posibles conflictos de intereses en la Junta de Directores. En la reunión, el banco les pedirá a sus accionistas que aprueben una división inversa de acciones (1 por 10); el nombramiento de un nuevo director para su Junta de Directores y la renovación en el cargo de otros cuatro.
Popular informó ganancias de $47.5 millones para el primer trimestre de este año, $0.05 por acción, por encima de los $0.02 que esperaban los analistas, gracias a provisiones por pérdidas en préstamos menores a las esperadas, como resultado de la mejora en la calidad de los activos.
Joe Gladue, analista de B. Riley &Co., señaló en un informe publicado el lunes que estos resultados van a permitir al banco afianzar su posición dominante en Puerto Rico y volver a ser rentables en Estados Unidos. “Creemos que éste es un punto de partida muy atractivo para una franquicia que verá un fuerte crecimiento en sus ganancias cuando la economía de Puerto Rico se recupere”, asegura Gladue.
El analista revisó al alza sus estimados de ganancias por acción del 2012 de $0.19 a $0.20, pero redujo los del 2013 de $0.33 a $0.32.
Gladue mantuvo el precio objetivo de la acción en $3.50 para las próximas 52 semanas. El miércoles la acción cerró en $1.85, una subida de 0.27% respecto al día anterior. Su nivel más alto en las últimas 52 semanas fue de $3.24 y el más bajo $1.08. La acción ha subido 72% desde su nivel más bajo el 19 de diciembre ($1.08). Antes de la crisis, los títulos de Popular cotizaban a $29 en el 2004 y a $19 en el 2007.
El analista le da una recomendación de “Buy” a las acciones de Popular, porque opina que ofrece un valor atractivo. “Popular todavía enfrenta un difícil ambiente económico en Puerto Rico, a pesar de los recientes indicios de que la recesión está llegando a su fin y que la economía se está estabilizando. En Estados Unidos, la calidad de los activos está mucho mejor, pero todavía no se ha alcanzado una rentabilidad sostenida a niveles adecuados”, opina Gladue.
Lo que deben aprobar los accionistas
Popular le pedirá a sus accionistas que aprueben el nombramiento de un nuevo director para su Junta de Directores, la renovación del cargo de otros cuatro y llevar a cabo una división inversa de acciones (1 por 10) que haga la acción más atractiva para los inversionistas.
Una división inversa de acciones significa una reducción en el número de acciones en circulación. Por ejemplo, en una división de 1-10 como la propuesta, un accionista que tenga 1,000 acciones comunes antes de la división tendrán 100 después. El porcentaje de acciones comunes que cada accionista tiene con respecto al total se mantendrá igual después de la división.
Según explica Popular, esta decisión tiene como objetivo hacer más atractiva la acción, que cotizaría 10 veces por encima de su precio. Si la división es aprobada, la acción podría cotizar alrededor de los $10 en vez del $1.85 actual. Muchos inversionistas institucionales y firmas de corretaje tienen políticas que prohíben invertir en acciones con precios bajos. Es más atractiva una acción que cotiza a $10 que una que cotiza a $1.
Los accionistas también deberán aprobar el nombramiento a la Junta de Directores de David Goel (42 años), gerente general y socio de Matrix Capital Management Company, LLC. Goel, con más de 14 millones de acciones, tiene una participación de 1.43% en Popular, Inc.
Además, los accionistas deben decidir si renuevan hasta el 2015 a los siguientes directores: Alejandro Ballester (45), presidente de Ballester Hermanos, Inc.; Richard L. Carrión (59), principal oficial ejecutivo de Popular, Inc.; y Carlos A Unanue (48), presidente de Goya.
La Junta decidió no modificar la compensación de los directores, a pesar de que –según un análisis– está por debajo del mercado. En el 2011, la compensación total de los directores fluctuó entre los $120,000 de William J. Teuber Jr. y los $94,000 de María Luisa Ferré Rangel, presidenta del Grupo Ferré Rangel. La compensación está directamente relacionada con la asistencia a las reuniones.
Los accionistas deben aprobar el programa de compensación de los cinco ejecutivos de mayor rango. En el 2011, Richard L. Carrión, presidente de la Junta de Directores y principal oficial ejecutivo, recibió una compensación total de $2.6 millones, un 42% más que en el 2010, principalmente debido a un aumento en el salario base de $838,260 a $1,316,282. El comité de compensación señaló que el aumento se justificaba porque el salario base estaba “significativamente por debajo” del que percibían ejecutivos similares que combinan las responsabilidades de presidente, principal oficial ejecutivo y presidente de la Junta de Directores.
Jorge A. Junquera, vicepresidente y principal oficial financiero, recibió $1.3 millones, 19% más que en el 2010.
Bloomberg cuestiona morosidad de la Junta de Directores
Como ya hizo el año pasado, el servicio de noticias Bloomberg publicó hace unas semanas un artículo (Bank Owing U.S. $935 Million Has CEO Family Bad Debts: Mortgages) en el que resaltaba los problemas de algunos miembros de la Junta de Directores de Popular, Inc. para hacer frente a préstamos concedidos por el banco.
En su artículo, Bloomberg señala que la hermana de Richard L. Carrión y dos de sus sobrinos (uno de los cuales es director de la Junta, José R. Vizcarrondo) están atrasados en el pago de sus préstamos con Popular. Y menciona la reestructuración de varias líneas de crédito por valor de $1.5 millones a nombre de Manuel Morales, otro director de la Junta.
La información la había divulgado el propio banco en un documento el 17 de febrero de 2012. En declaraciones a Bloomberg, Teruca Rullán, portavoz de Popular, explicó que cualquier transacción en la que estén envueltos directores debe ser aprobada por la Junta. Y Carrión, dijo que él no estuvo envuelto en la aprobación de los préstamos a algunos miembros de la Junta.
Algunos inversionistas y analistas no ven problemas de gobernanza corporativa en estos asuntos. Sin embargo, alguno otro ve la divulgación hecha por el banco como “seriamente problemática” y Charles Elson, del Centro John L. Weinberg para la Gobernanza Corporativa de la Universidad de Delaware, señaló en declaraciones a Bloomberg que “uno no quiere directores que tenga esta clase de conflictos”.
Gladue cree que este tipo de conflictos son inevitables en una Isla de sólo 4 millones de habitantes y siendo Popular el mayor banco, pero no ve nada inapropiado que haga pensar que hay una falta de control.
“Aunque no es perfecta, estamos suficientemente cómodos con su gobernanza corporativa para hacer nuestra inversión”, le dijo a Bloomberg John Loesch, quien maneja la cartera de inversiones de Diamond Hill Investment Group Inc. (DHIL) con sede en Columbus, Ohio. Esta firma duplicó su participación en Popular y cuenta con 8.5 millones de acciones.
Bloomberg también cuestiona que Carrión sea miembro de la Junta de Directores de la Reserva Federal. Fue miembro en 1999, en el 2008 y en diciembre pasado nombrado a un términos de otros tres años.
Popular le debe al gobierno de Estados Unidos $935 millones que recibió en fondos TARP (Troubled Asset Relief Program).