La demanda por el pepino del mar en Asia ha provocado su pesca desmedida. Foto por Guillermo Suárez | Ocean Reporting Project del Pulitzer Center

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales se enteró de que se pescaba el animal por casualidad, y lo prohibió, pero no hizo las indagaciones recomendadas por los expertos sobre esta importante especie marina pese a que había fondos federales disponibles para hacerlo.

Por Amanda Pérez Pintado | Centro de Periodismo Investigativo

Puerto Rico carece de datos actualizados sobre el estado del pepino de mar, cuya pesca se prohibió hace más de ocho años, y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) no ha realizado estudios sobre el animal desde 2013, a pesar de haber firmado un contrato en 2019 para estudiar la especie.

Actualmente, “la información que tenemos de los pepinos es muy poca”, dijo Nilda Jiménez, coordinadora del Programa de Especies Protegidas del DRNA.

El DRNA prohibió en 2016 la pesca del pepino de mar y de los erizos. Según la orden administrativa, aunque no son “tradicionalmente de importancia comercial ni cultural” en Puerto Rico, su pesca comercial se inició en aguas puertorriqueñas cuando pescadores buscaron  nuevas fuentes del pepino de mar porque su población disminuyó en otras regiones debido a su pesca desmedida.

El pepino de mar es un invertebrado marino con forma cilíndrica y alargada, como un gusano recrecido, de textura babosa y color pardo-verduzco. Este animal resulta crucial para la conservación de los ecosistemas marinos porque recicla nutrientes, airea el sedimento, controla la acidez del agua y asimila la biodiversidad. Su pesca descontrolada menoscaba y amenaza las poblaciones en todos los océanos, incluyendo las aguas del Caribe.

Por ejemplo, en la costa Caribe de Venezuela, la pesca ilegal de la especie e intentos de comercializar la exportación llevan registrándose por más de una década debido al mercado que existe en China, donde el animal es considerado un manjar.

El DRNA supo en 2011 que se pescaban pepinos de mar cuando un hombre solicitó un permiso para capturar el animal. Como para ese momento la captura de pepinos de mar no estaba prohibida, le otorgaron un permiso de pesca comercial, de acuerdo con un estudio de 2013 del Worcester Polytechnic Institute (WPI), en Maryland, encomendado por el DRNA. Después de ese año el DRNA no ha vuelto a documentar si en Puerto Rico se pesca ilegalmente y exporta esta especie.

En 2015, fueron estudiantes de la Universidad de Puerto Rico en Humacao quienes alertaron sobre el peligro de que se estuvieran sobrepescando los pepinos de mar y los erizos. El grupo envió una carta al DRNA y su esfuerzo resultó en que la agencia emitiera una orden administrativa prohibiendo su pesca por un año. Luego de esto, se estableció la veda permanente, en junio de 2016.

Antes de la orden administrativa de 2016, solo una empresa, Vermesco Corporation, se dedicaba a la pesca y exportación de pepinos de mar en Puerto Rico, según la información enviada por el DRNA al Centro de Periodismo Investigativo (CPI). En 2011, Vermesco Corporation, que operaba en Lajas y Guánica, capturó 114,485 pepinos de mar en un periodo de diez meses, y exportó los animales a Miami y Asia.

En algunos lugares asiáticos, el pepino del mar se considera un manjar. Foto por Guillermo Suárez | Ocean Reporting Project del Pulitzer Center

Vermesco Corporation contaba con un gerente, cuatro pescadores y entre cinco y seis procesadores para exportar los pepinos de mar, según el estudio de 2013. Los investigadores del WPI no lograron contactar al gerente para conocer más sobre la empresa y los lugares precisos de exportación. La compañía fue incorporada por una persona llamada Oscar Tabares, según el registro del Departamento de Estado, pero cesó operaciones en noviembre de 2012, y la agencia canceló su registro corporativo en 2014.

El estudio de 2013 encontró que, en ese momento, ya no había pesca de pepinos de mar en el área de Lajas y Guánica, mientras que en Culebra se pescaba el animal para uso personal, no comercial. El equipo de investigación no descartó que la pesca de pepinos de mar pudo haber estado ocurriendo en otros lugares que no pudieron visitar por limitaciones de tiempo. Los investigadores recomendaron que el DRNA continuara la investigación y considerara  implementar regulaciones sobre la pesca del pepino de mar.

“La continuidad de la documentación de dónde se pescan los pepinos de mar, ha sido pescado o podría ser pescado, proporcionará datos para que el DRNA analice la posible pesca futura del pepino de mar”, menciona la investigación.

Una oportunidad perdida

En 2019, el DRNA contrató por $112,054 a la entidad Isla Mar Research Expeditions para estimar la abundancia del animal en el suroeste de Puerto Rico y, entre otras cosas, realizar entrevistas sobre su “potencial extracción ilegal”. El proyecto, sin embargo, nunca se llevó a cabo por falta de fondos, dijo en un correo electrónico Chelsea Harms Tuohy, cofundadora de Isla Mar Research Expeditions.

Los fondos asignados para realizar el estudio vencían el 30 de septiembre de 2019, pero el contrato se firmó apenas unas dos semanas antes de que venciera el periodo para utilizarlos. La agencia no hizo los trámites necesarios para que se extendiera el término, por lo que el estudio nunca se llevó a cabo.

El dinero para el proyecto provendría del Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre (FWS, por sus siglas en inglés). El CPI solicitó información al FWS sobre estos fondos y la población actual de pepinos de mar en Puerto Rico, pero no recibió respuesta de inmediato.

“No había forma de implementarlo y no se pudo extender los fondos y enmendar el contrato en dos semanas, así que eso se quedó ahí”, dijo Jiménez. “Después se trató de ver si se podía volver a trabajar, pero entre unas cosas y otras eso no se materializó”.

Según Jiménez, en Puerto Rico, el pepino de mar no se considera una especie amenazada o en peligro de extinción. La veda se dio como una medida de protección ante la disminución de la población en otras regiones y la persistencia en la demanda. La bióloga afirmó que la agencia no ha recibido información sobre la pesca ilegal de este animal en los últimos años.

“No tenemos nada que indique que hay una intención o que la amenaza de pesca ilegal esté presente”, aseguró Jiménez. “De vez en cuando, nos traían comentarios, parecía más una pesca de consumo personal que comercial. Y ya después no volvimos a escuchar sobre el asunto”.

Un estudio de la la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) alertó que: “Las poblaciones de pepinos de mar están sometidas a una intensa presión pesquera en todo el mundo. La mayoría de las especies comerciales de alto valor se han agotado”, según un informe de 2009. Otro informe de 2015 encontró que los países exportadores de pepinos de mar pasaron de 35 a 83 entre 1996 y 2011. Pero solo nueve de esos países habían logrado su reproducción en criaderos: Tanzania, Sri Lanka, Indonesia, Malasia, Madagascar, Arabia Saudita, Nueva Caledonia y Vietnam.

La periodista de investigación Isayen Herrera, de ArmandoInfo, colaboró en esta historia.