Robert B. Wilson (izq.) y Paul R. Milgrom. 

Por redacción de Sin Comillas

Paul R. Milgrom y Robert B. Wilson, matemáticos y profesores de la Universidad de Stanford, han obtenido el premio Nobel de Economía 2020, “por sus mejoras en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos de subastas”, ha anunciado la Real Academia de las Ciencias Sueca.

Milgrom, de 72 años, y Robert Wilson, de 83 años, fueron los primeros en recomendar el sistema de pujas abiertas, en el que cada empresa puede ver lo que el resto ofrece, en lugar del clásico sistema de sobres cerrados.

“La gente siempre ha vendido cosas al mejor postor o las ha comprado a quien hace la oferta más barata. Hoy en día cambian de manos bienes todos los días en las subastas por valor de sumas astronómicas de dinero. No solo objetos domésticos, arte y antigüedades, sino también activos financieros, energéticos y materias primas. Y las adquisiciones públicas también se pueden realizar como subastas”, ha destacado el jurado.

Nacido en Detroit, Milgrom estudió Matemáticas en Michigan y se especializó en Estadística en la Universidad de Stanford, donde enseña desde 1987. Robert B. Wilson (Geneva, Nebraska), es profesor emérito de la misma institución, y tuvo a Milgrom entre sus alumnos.

Wilson ha contribuido al diseño del mercado eléctrico de compra y venta de energía, y creó una consultora para asesorar a Gobiernos sobre su puesta en marcha. Las tarifas multidimensionales de Wilson se utilizan en numerosos sistemas eléctricos en todo el mundo, y entre otras cosas han permitido financiar inversiones en nueva capacidad eléctrica y reducir los cortes de suministro a los consumidores. Milgrom ha hecho lo propio en el ámbito de las telecomunicaciones, con la subasta de frecuencias del espectro radioeléctrico.

En un sistema donde buena parte de los ingresos obtenidos por gigantes como Google provienen de subastas digitales, y compañías como eBay han universalizado la subasta de objetos, se puede decir que ambos estudiosos fueron pioneros: sus modelos permitieron a los Gobiernos mejorar la competencia y sacar partido en los mercados eléctrico, de telecomunicaciones o de campos petrolíferos.

Desde 1969, el Premio Nobel de Economía reconoce el trabajo de personalidades destacadas del mundo de la economía. Hasta ahora, en sus 51 ediciones se ha reconocido la labor de 84 personas, solo dos de ellas mujeres: la estadounidense Elinor Ostrom en 2009 por sus teorías sobre la gestión de la propiedad pública, y la francesa Esther Duflo el año pasado por su aproximación experimental al alivio de la pobreza global. Además de ser la segunda mujer, Duflo ha sido la más joven en obtenerlo, con 46 años. El estadounidense Leonid Hurwicz, ganador de 2007, fue el de mayor edad, con 90.