Por redacción de Sin Comillas
En 2021 había en el mundo 75 millones de jóvenes que buscaban empleo. Este año, aunque se espera que se reduzca la cifra, seguirá habiendo seis millones de jóvenes desempleados más que en 2019, antes de la pandemia. Este grupo fue el más perjudicado por la crisis, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el informe “Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2022”.
La pandemia ha exacerbado los retos que afrontan los jóvenes de 15 a 24 años en el mercado laboral. En 2021, la tasa de desempleo juvenil fue de 15.6%, tres veces más que la de los adultos. Muchos jóvenes salieron de la población activa o nunca lograron ingresar a la fuerza laboral debido a la dificultad de encontrar empleo durante los confinamientos o debido al cierre de empresas por la crisis derivada de la pandemia. La OIT prevé que estos niveles de desempleo se reducirán ligeramente este año, hasta 14.9%, pero no alcanzarán niveles previos a la pandemia.
La OIT advirtió de que los jóvenes sin empleo son “especialmente vulnerables a la ‘cicatrización’, el fenómeno por el que su desempeño futuro en el mercado laboral será peores que los de sus compañeros, incluso cuando las condiciones macroeconómicas vuelven a mejorar”.
En el desempleo de los jóvenes también hay una brecha de género. El informe revela que se proyecta que un 27.4% de las mujeres jóvenes trabajen en 2022, en comparación con un 40.3% de los hombres. Esta brecha de género “ha mostrado pocos signos de cerrarse en las últimas dos décadas”, indicó la organización.
En el mundo, el porcentaje de jóvenes que ni estudiaron ni trabajaron en 2020, el último año para el cual existen estimaciones, fue de 23.3%, un alza de 1.5 puntos respecto a 2019, que representa un nivel inédito en 15 años.
En Europa y en Asia Central, se estima una tasa de 16.4%. En los países de América Latina se prevé que el desempleo juvenil alcance el 20.5% en 2022, un 14.9% en la región Asia Pacífico y un 8.3% en América del Norte, que en este informe incluye solamente a Canadá y Estados Unidos. En África, la tasa de un 12.9% “esconde el efecto de que muchos jóvenes decidieron retirarse del mercado laboral”.