Por redacción de Sin Comillas

El gobernador Pedro R. Pierluisi anunció la firma de la nueva Orden Ejecutiva 2021-082 que obliga a ponerse la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a los que trabajen en los sectores de salud y educación. Para el próximo 15 de enero de 2022 deberán tener administrada sus dosis de refuerzo.

El mandato aplica a personas que trabajen en instalaciones del sector de la salud —independientemente de sus funciones— así como a personal docente, personal no docente y contratistas de escuelas, centros educativos y universidades, ya sean públicas o privadas.

“Debido a la naturaleza de su trabajo y porque fueron quienes primero tuvieron acceso a las vacunas, he tomado la decisión de comenzar con estos dos sectores. En la etapa de contagios que enfrentamos actualmente, es imperativo reforzar nuestro sistema de salud para permitir la continuidad de estos servicios y que su personal esté disponible para atender cualquier emergencia. Por otro lado, es meritorio proteger al personal docente y no docente del sistema educativo para garantizar que nuestros estudiantes puedan continuar recibiendo la educación presencial que tanto les ha hecho falta”, sostuvo el primer ejecutivo.

Recientemente, los CDC informaron que la variante ómicron es la predominante en Estados Unidos. Las cifras informadas indican que el 73% de los nuevos contagios fueron de dicha variante, lo que representa un incremento de casi el séxtuple en la proporción de infecciones en una sola semana. Por tanto, los CDC han indicado que la reciente aparición de la variante ómicron destaca aún más la importancia de la vacunación, la dosis de refuerzo y los esfuerzos de prevención necesarios para protegerse contra el COVID-19.

Pese a que la prueba científica demuestra que la medida más efectiva para controlar el COVID‑19 es la vacunación, los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) han expuesto que, aunque la vacuna contra el COVID-19 sigue siendo efectiva para evitar enfermarse gravemente, datos recientes sugieren que va perdiendo efectividad con el tiempo, a los fines de prevenir infecciones o los casos sintomáticos, por lo que el refuerzo es esencial para contrarrestar el virus.

Pierluisi subrayó la importancia de que el resto de la población se vacune con la dosis de refuerzo, particularmente en esta época festiva cuando se dan reuniones con familiares y con amistades.

“Continuamos exhortando a las personas a que confíen en el trabajo y la investigación de nuestra comunidad salubrista y que se administren la dosis de refuerzo contra COVID-19, particularmente personas de la tercera edad y personas con condiciones preexistentes. Hoy día, ya todo adulto mayor de 18 años cualifica para esta dosis luego del término de espera requerido; incluso, adolescentes de 16 y 17 años que se administraron la dosis completa de Pfizer también pueden recibir el refuerzo”.

Las estadísticas oficiales de los CDC muestran la efectividad de la dosis de refuerzo. Los datos indican que, por cada 100,000 habitantes, se infectan 450.90 personas no vacunadas, 133.83 personas vacunadas y 48.02 personas vacunadas y con las dosis de refuerzo. A su vez, las estadísticas demuestran que las personas no vacunadas tienen 10 veces más posibilidad de dar positivo a COVID-19 que las personas vacunadas con la dosis de refuerzo, y 20 veces más posibilidad de morir. Así pues, las personas que fueron vacunadas por completo y tienen una dosis adicional o de refuerzo tuvieron tasas de casos más bajas en comparación con las que no recibieron una dosis adicional o de refuerzo. Además, ambos grupos tenían un riesgo mucho menor de dar positivo por COVID-19 y un riesgo menor de morir por COVID-19 en comparación con las personas que no estaban vacunadas.

Hace apenas poco más de una semana, el promedio diario de casos confirmados estaba en 85 casos positivos y 36 casos probables. Al mismo tiempo, la tasa de positividad —es decir, el porcentaje de personas que resultan positivas al virus de todas aquellas que se realizan la prueba es más de un 15 por ciento, lo que representa un aumento considerable comparado con hace poco más de una semana que estaba en 2.65 por ciento.

A partir de hoy se requerirá vacunación completa y prueba negativa para asistir a eventos multitudinarios

La orden ejecutiva 2021-082 es efectiva a partir del próximo lunes 27 de diciembre y se une a la Orden Ejecutiva (OE) 2021-080 que firmó el gobernador —y efectiva a partir de hoy— a fin de requerir el esquema de vacunación completa contra el COVID-19 para asistir a eventos multitudinarios, así como una prueba negativa realizada 48 horas o menos antes de asistir al evento.

Este mandato incluye a todos los establecimientos cerrados o abiertos que lleven a cabo actividades multitudinarias —entiéndase, teatros, anfiteatros, estadios, coliseos, centros de convenciones y de actividades— y cualquier otro local en el que se celebren actividades que propicien la aglomeración de personas.

De otra parte, la OE 2021-081 efectiva este próximo lunes 27 de diciembre estableció el requerimiento de la dosis completa de vacuna contra el COVID-19 para establecimientos de comida y bebida; de esta manera, se eliminó la alternativa de 50 por ciento de capacidad para los comercios que no requerían vacunación o prueba negativa.

Sobre el requisito de vacunación en establecimientos de comida y bebida, Pierluisi subrayó que, en el caso de las terrazas de restaurantes de comida conocidas como food courts, los administradores de las áreas deberán limitar la zona de manera que se pueda requerir evidencia de vacunación o prueba negativa para quienes vayan a comer en las mesas

La OE 2021-081 también requirió que todo pasajero —vacunado o no vacunado— que viaje a Puerto Rico por vuelo doméstico deberá presentar una prueba negativa de COVID-19 realizada 48 horas o antes de llegar a la Isla. Las personas que no lleguen con prueba negativa tendrán 48 horas para realizársela en Puerto Rico o serán multadas.

Asimismo, las personas no vacunadas que viajen a Puerto Rico en vuelos domésticos también deberán hacer cuarentena de siete días, independientemente de que lleguen con o sin prueba negativa.

En el caso de los vuelos internacionales, se mantiene la disposición por mandato federal de que todo viajero deberá contar con una prueba negativa de COVID-19 realizada al menos 24 horas antes del vuelo.