El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó la nueva regulación sobre los viajes a Cuba, que recoge la relajación de las normas que ya adelantó en enero pasado el presidente del país, Barack Obama.

Según el amplio documento publicado por el Departamento del Tesoro, los estadounidenses podrán ir ahora a Cuba sin solicitar autorización administrativa cuando vayan a visitar a un “familiar cercano” que es cubano o trabaja para Estados Unidos en la sección de intereses. También podrán viajar sin restricciones los periodistas que trabajan para un medio de manera regular, los profesionales que acudan a la isla para participar en un eventos como conferencias o jornadas, y los estudiantes y profesores que vayan a participar en actividades educacionales.

Otro de los grupos favorecidos son las organizaciones religiosas reconocidas por la administración estadounidense, así como las empresas agrícolas y de telecomunicaciones que quieran desarrollar en la isla tareas de promoción o negociaciones comerciales.

El documento especifica, no obstante, cuándo algunos de estos grupos sí tendrá que solicitar una autorización previa, como ocurre, por ejemplo, cuando el que viaja es un periodista no adscrito a ningún medio, o el miembro de una organización religiosa no reconocida por Estados Unidos.

En enero pasado, Obama anunció que, tras años de restricciones, iba a permitirse a varios colectivos de ciudadanos estadounidenses viajar libremente y sin pedir permiso a la isla.

Ésa era la segunda ocasión en que Obama impulsaba la relajación de los viajes a Cuba, después de que, en abril de 2009, anunciara que los estadounidenses de origen cubano podrían viajar a la isla cuando lo desearan.