Por redacción de Sin Comillas

Paul Volcker, presidente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos entre 1979 y 1987, falleció a los 92 años víctima de un cáncer de próstata.

A su llegada a la Reserva Federal, nombrado por el presidente Jimmy Carter, Volcker lanzó una ofensiva contra la inflación que ha marcado la economía del mundo desde entonces. Inició una política de subida de tasas de interés que sumiría a Estados Unidos en una profunda recesión pero, que eliminaría para siempre la hiperinflación que llevaba sufriendo desde principios de la década.

Después de dejar la Reserva Federal, Volcker siguió vinculado a la política pública. Fue director del Comité Asesor para la Recuperación Económica de Barack Obama, e investigó por orden de Naciones Unidas las acusaciones de corrupción en el programa “petróleo por alimentos”, en virtud del cual el Gobierno de Sadam Husein estaba autorizado a exportar crudo, aunque los ingresos de esa actividad quedaban en una cuenta controlada por Naciones Unidas para ser destinada a la compra de comida para los iraquíes. También presidió la comisión que investigó la actuación de la banca suiza en la Segunda Guerra Mundial, cuando las entidades de ese país se apropiaron de fondos robados a los judíos víctimas del nazismo, el Comité para un Presupuesto Responsable, que busca concienciar a la opinión pública estadounidense de la importancia de una política fiscal rigurosa, y fue uno de los fundadores de la Trilateral.

Una de sus mayores propuestas fue la llamada “regla Volcker”, que limita la capacidad de los bancos de hacer operaciones en las que invierte su propio dinero – no el de los clientes – en el mercado. Si la inversión sale mal y el banco corre el riesgo de quebrar, el gobierno – o sea, el contribuyente – está obligado a rescatar a la entidad para cumplir con el mandato legal de proteger los depósitos de los ahorradores. Es el mayor ejemplo de “privatizar los beneficios y nacionalizar las pérdidas”.

La “regla Volcker”, dirigida a acabar con los excesos que desencadenaron la gran crisis, ha sido especialmente criticada por las grandes firmas de Wall Street, puesto que limita el margen de maniobra de los bancos. No obstante, muchos expertos consideran que fue clave para acabar con los abusos.