Por Luisa García Pelatti
Un día después de degradar la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Moody’s Investors Service (Moody’s) hizo lo mismo con la deuda de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y la Autoridad de Carreteras. La clasificación de la AAA bajó de Ba2 a Ba3, al mismo nivel que la clasificación de la AEE y un nivel por debajo de la nota que tienen los bonos de Obligación General. En el caso de Carreteras la clasificación baja de Ba3 a B1.
Moody’s mantiene en revisión para una posible degradación adicional la clasificación de las dos agencias. En todos los casos las clasificaciones están por debajo de nivel de inversión, lo que se considera como chatarra.
Moody’s dice que entiende que estas dos agencias no tienen necesidades inmediatas de liquidez que las lleve a una reestructuración de su deuda, no obstante, la degradación reconoce las dificultades en el largo plazo para obtener nuevos ingresos operacionales o para imponer medidas de austeridad.
“El informe de Moody’s detalla que esta acción se debió a la creación de la Ley de Recuperación de las Corporaciones Públicas. No obstante, Moody’s reconoció que no enfrentamos problemas de liquidez. Esto se debe, en gran medida, a que al inicio de nuestra gestión tomamos las decisiones responsables para atender la situación económica de la AAA y alcanzar la salud fiscal de la agencia. Establecimos un Plan Estratégico dirigido a maximizar la eficiencia, reducir la pérdida de agua, el cobro de cuentas en atraso, atender el hurto, entre otras. Además, hemos cumplido con nuestras obligaciones y nuestros acreedores. Estamos confiados en que terminaremos el año fiscal sin déficit y estamos invirtiendo en obra de capital, generando empleos y desarrollo económico”, comentó Alberto Lázaro, director ejecutivo de la AAA
“De otra parte, tan reciente como hace dos semanas y media estuvimos presentándole a las casas acreditadoras nuestros avances y estados financieros y sus reacciones fueron bien positivas. Por lo tanto, entendemos que en la AAA no existe condición alguna que nos lleve a pensar en reestructurar la deuda. No tenemos necesidad de utilizar las herramientas que provee la Ley de Reestructuración de las Corporaciones”, añadió.