Por Luisa García Pelatti

El anuncio de que el Negociado de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio de Estados Unidos empezará a producir estadísticas económicas para Puerto Rico es un aspecto positivo para los bancos de Puerto Rico, según Moody’s Investors Service (Moody’s).

Moody’s considera que es indispensable disponer de estadísticas confiables que permitan confirmar si se está produciendo una recuperación económica tal y como muestran las recientes ganancias de los bancos.

“La medida es positiva para los bancos de la Isla porque reforzará las reformas que deberían alentar a los residentes no bancarizados a participar en el sistema bancario, lo que estimularía el crecimiento del crédito y aumenta los márgenes”, señala Moody’s en un informe publicado el domingo.

Los bancos puertorriqueños informaron un ingreso neto de $1,26.93 millones en el 2018, $673.16 millones más (190.3%) que en el mismo periodo del 2017, según el Quarterly Banking Profile del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC). Tras superar los meses posteriores al huracán María, los bancos tienen ahora mayor rentabilidad, altos niveles de capital y han mejorado la calidad de sus activos.

Entre los bancos que se beneficiarán de esta decisión están Popular Inc., FirstBank Puerto Rico y Banco Santander Puerto Rico.

En enero, tras confirmar una mejora en las condiciones de los bancos, Moody’s Investors Service puso en revisión, con el objetivo de mejorar, las clasificaciones de crédito de Popular (B2) y FirstBank (Caa1). Además, mantuvo la clasificación de Santander con una perspectiva estable. Moody’s destacaba en enero que los préstamos de los bancos han recuperado el nivel que tenían antes del huracán y están bien capitalizados.

En 2015, Moody’s había degradado las clasificaciones de FirstBank, Popular y Santander ante el temor de un deterioro de la economía debido a la incertidumbre del proceso de reestructuración de deuda.

Sin embargo, las estadísticas elaboradas por el gobierno federal también podrían tener consecuencias negativas para los tenedores de bonos de Puerto Rico, advierte Moody’s, si los datos revelan un crecimiento económico menor que las proyecciones actuales, dejando menos recursos para el pago de la deuda pública que está en proceso de reestructuración.