Por Luisa García Pelatti
La aprobación de una Ley de Moratoria y una Orden Ejecutiva que declara un período de emergencia para el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) es un desarrollo negativo para el crédito del banco, a juicio de Moody’s Investors Service (Moody’s), porque muestra la culminación de la crisis de liquidez y la complejidad de de las negociaciones para reestructurar la deuda con los tenedores de unos $72,000 millones en bonos. Sin embargo, Moody’s no modificó la clasificación de la deuda.
A pesar de que la ley de moratoria paraliza posibles litigios en los tribunales, Moody’s opina que los acreedores buscarán cómo demandar en tribunales de Estados Unidos para complicar o retrasar las negociaciones de la deuda.
La rápida aprobación de la ley refleja, según la agencia, las dificultades del Gobierno para alcanzar un acuerdo con los acreedores y para conseguir asistencia federal.
Moody’s opina que el BGF no podrá pagar los $422 millones que se vencen el 1 de mayo, y que a pesar de la moratoria se considerará un incumplimiento de pago.
Además, señala que la ley de moratoria puede complicar las negociaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) con sus acreedores.