La casa evaluadora de crédito Moody’s le asignó una clasificación de Baa1 con perspectiva negativa a las obligaciones generales del Gobierno de Puerto Rico. La clasificación baja un nivel, de A3 a Baa1, y se debe principalmente a la situación fiscal de los sistemas de retiro, pero también a la debilidad económica y fiscal, con déficits históricos. Moody’s cree que las reformas necesarias en los sistemas de retiro pueden complicar las dificultades económicas y fiscales de cara a los próximos años.
“Este ajuste se debe esencialmente a que la metodología de evaluación de crédito que Moody’s utiliza ahora es más estricta en cuanto a asignarle un mayor peso a la situación fiscal de los sistemas de retiro cuando evalúa la situación fiscal de estados y países”, explicó Juan Carlos Batlle, presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
La agencia clasificadora de deuda destaca en su informe que la situación financiera de las pensiones en Puerto Rico es mucho más débil que la de los 50 estados de Estados Unidos. Con un déficit actuarial de $25,000 millones –que es 7 veces el presupuesto– el gobierno podría quedarse sin dinero para pagar las pensiones en el 2019.
Sobre la situación económica, Moody’s dice que aunque ha habido una mejoría, sigue débil.