
Por Redacción de Sin Comillas
Estados Unidos ha perdido la clasificación de AAA, la máxima clasificación de crédito. Moody’s es la última agencia de clasificación de crédito en degradar la deuda del país. Standard & Pooor’s le retiró la AAA en 2011; Fitch lo hizo en 2023.
Moody’s ha rebajado la calificación de emisor a largo plazo y la calificación senior no garantizada del Gobierno de Estados Unidos de Aaa a Aa1 y ha cambiado la perspectiva de negativa a estable.
“Esta rebaja de un escalón en nuestra escala de 21 niveles refleja el aumento, durante más de una década, de la deuda pública y los ratios de pago de intereses hasta niveles significativamente superiores a los de otros soberanos con calificaciones similares”, indica la agencia en un comunicado.
“No creemos que las propuestas fiscales que se están estudiando actualmente den lugar a reducciones significativas del gasto obligatorio y los déficits durante varios años”, explica el comunicado. “Durante la próxima década, esperamos déficits más elevados, ya que el gasto en prestaciones sociales aumentará, mientras que los ingresos públicos se mantendrán prácticamente estables. A su vez, los déficits fiscales elevados y persistentes aumentarán la deuda y la carga de los intereses del Gobierno. Es probable que los resultados fiscales de Estados Unidos se deterioren en relación con su propio historial y en comparación con otros soberanos con alta calificación”.
Según Moody’s, “Estados Unidos mantiene fortalezas crediticias excepcionales, como el tamaño, la resiliencia y el dinamismo de su economía y el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Además, aunque los últimos meses se han caracterizado por un cierto grado de incertidumbre política, esperamos que Estados Unidos continúe con su larga trayectoria de política monetaria muy eficaz dirigida por una Reserva Federal independiente”.
“La perspectiva estable también tiene en cuenta las características institucionales, incluida la separación constitucional de poderes entre las tres ramas del Gobierno, que contribuye a la eficacia de las políticas a lo largo del tiempo y es relativamente insensible a los acontecimientos a corto plazo. Aunque estos mecanismos institucionales pueden ponerse a prueba en ocasiones, esperamos que sigan siendo sólidos y resistentes”, dice Moody’s, haciendo referencia las decisiones autoritarias de Trump.
Y añade que “la calificación se basa en nuestra hipótesis de que las instituciones y la gobernanza de Estados Unidos no se debilitarán de forma significativa, aunque se vean sometidas a pruebas en determinados momentos. En particular, asumimos que los controles y contrapesos que existen desde hace tiempo entre los tres poderes del Estado y el respeto al Estado de derecho se mantendrán, en líneas generales, sin cambios”.
Moody’s advierte que podría volver a rebajar la calificación “si la eficacia de las políticas o la solidez de las instituciones se deterioraran hasta el punto de debilitar significativamente el perfil crediticio del emisor soberano”.