Por Víctor A. Ramírez García*
El Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) utiliza tasaciones basadas en valores del año 1957 para calcular la responsabilidad contributiva de cada propietario. El Proyecto de la Cámara 827 tiene como uno de sus objetivos actualizar las tasaciones a valores actuales de mercado, y en cambio reducir las tasas contributivas para llegar al mismo nivel de recaudo actual. Es decir, a pesar de lo que se ha comunicado en los medios, el proyecto no propone un aumento, sino una redistribución fiscalmente neutral de la carga contributiva, utilizando los valores actuales del inmueble. Si el proyecto resulta en que algún contribuyente tenga que pagar más de lo que paga actualmente, es obligatorio que otro contribuyente pague menos de lo que le toca actualmente, porque al final del día, los recaudos totales bajo la propuesta de ley deben ser iguales a los recaudos actuales.
Además de reducir las tasas contributivas, el proyecto propone aumentar la exoneración de la vivienda primaria de $15,000 a $180,000. Es decir, si el proyecto se convierte en ley, cualquier vivienda primaria que valga menos de $180,000 no tributaría, y las que valgan más de $180,000 solo tributarían sobre el exceso de ese monto. Para poner ese número en contexto, según el Censo, la mediana de precios de casas en Puerto Rico es de $110,000. Por lo tanto, de ser aprobado el proyecto, la vasta mayoría de las viviendas primarias continuaría sin tributar, al igual que el sistema actual.
El proyecto también atiende el grave problema de viviendas abandonadas en Puerto Rico. En Puerto Rico, según el Censo, una de cada cinco viviendas se encuentra en desuso, cayendo en la segunda posición de mayor desuso entre los estados y territorios de Estados Unidos. Muchas de estas viviendas abandonadas no tributan al CRIM por estar exoneradas como primera vivienda.
La ley actual no exige renovación de la exoneración hasta que ocurra una compraventa o traspaso de titularidad de la propiedad y estas propiedades continúan registradas bajo un dueño que por cualquier razón ha dejado de vivir en ella y posiblemente la mantiene en desuso. La alta tasa de desuso resulta en costos más altos de vivienda en Puerto Rico, que ya alcanzan el doble del costo de vivienda promedio de Estados Unidos, si se toma en consideración los niveles de salarios respectivos.
El mapa muestra un estimado del cambio que podría resultar del Proyecto de la Cámara 827, suponiendo una tasa actual de 10% y una tasa de 1% bajo el Proyecto de la Cámara 827. Este estimado es conservador porque, debido a la reciente inflación de los precios de la propiedades, las tasas para lograr parear los recaudos actuales con tasaciones actualizadas deben ser menor de 1%.
Al plasmar la redistribución de la carga contributiva del proyecto, podemos observar que, en general, son las urbanizaciones más exclusivas las que tributarían más de lo actual. Estas urbanizaciones exclusivas se concentran en el norte y suroeste de San Juan, en Guaynabo, Dorado, Palmas del Mar, Río Mar en Río Grande, Aguadilla y Rincón.
Mientras tanto, en general las urbanizaciones de clase media con tributación actual módica obtendrían un alivio contributivo con la medida. Si suponemos que la contribución de la propiedad debe ser sobre el valor de mercado actualizado, como lo es en muchas jurisdicciones del mundo, incluyendo los destinos migratorios de los puertorriqueños como Texas y Florida, los valores del 1957 del CRIM representan una corrupción implícita que favorece a las urbanizaciones exclusivas y altamente especulativas, y reparte esa carga contributiva entre las urbanizaciones de clase media.
- El autor es planificador.