Wayne Stensby

Por redacción de Sin Comillas

“En la tarde de hoy escuchamos la conferencia de prensa del señor Wayne Stensby, director de LUMA. La misma estuvo plagada de mentiras, medias verdades y arrogancia”, señalaron en un comunicado las organizaciones que apoyan la propuesta Queremos Sol.

Sobre el tema de relevo de responsabilidad absoluta solicitado por LUMA, Queremos Sol asegura que Stensby miente al indicar que es una práctica habitual en la industria. “Los propios consultores de LUMA tuvieron que admitir ante el Negociado de Energía que esto no es práctica común en los Estados Unidos y solo pudieron presentar un ejemplo de una empresa pública en Canadá que tiene algo que se parece y aún así no es tan amplio como la solicitud de LUMA. Aparte de que el estado de derecho en Canadá es muy distinto al de aquí”.

Contrario a lo reportado el viernes ante la Junta de Gobierno por los propios empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que serán empleados de LUMA el 1 de junio, no hay evidencia alguna de que los apagones surgidos en las pasadas semanas son producto de vandalismo o actos ilegales, como implicó Stensby.

“Hace un flaco servicio al país que el señor Stensby intente dividirnos como pueblo y crear bandos. Por otro lado, no sorprende, pues es la vieja táctica de dividir para conquistar. Quienes nos oponemos al contrato de LUMA no estamos en contra de los puertorriqueños y puertorriqueñas que genuinamente han decidido integrarse a esa compañía como opción de empleo, ante un limitado cuadro laboral en la isla”.

“Queremos aclararle al señor Stensby que quienes nos manifestamos en contra del pillaje que implica esta transacción no somos unos ‘thugs’ o maleantes como implicó en su conferencia. De hecho, somos clientes del sistema eléctrico que él viene a administrar. El señor Stensby debe aprender rápido que en Puerto Rico la democracia se vive y se ejerce. Esta lucha por una transformación sostenible y justa de nuestro sistema eléctrico apenas comienza”.

Queremos Sol propone un sistema energético asequible, que promueva la eficiencia, asegure la equidad, fomente una amplia participación pública y el desarrollo de capacidades a través de la gobernanza compartida y la transparencia, mientras produce riqueza y tenencia local.