Opinión
Por Enrique Vázquez Quintana*
Siempre se les ha indicado a los legos que los jueces deciden exclusivamente con la evidencia que se les presente, de lo contrario pueden incurrir en errores de hecho. Lo que significa que pudieran interpretar la evidencia equivocadamente.
Recientemente ante cuatro feminicidios que han ocurrido en el primer mes del 2024 la actuación de los jueces ha sido cuestionada. El gobernador Pierluisi culpó a la jueza que evaluó el caso del agresor de la masacre de Yauco, es obvio que exonera a los fiscales y a su secretario de Justicia. Recientemente un juez presentó una demanda ante el Tribunal de Instancia para que se cumpla con el aumento de sueldo a los jueces del país. El Hon. Juez Cuevas Ramos, siendo juez y parte falló a favor del juez. Rafael (Tatito) Hernández acudió al Tribunal Apelativo alegando que dicho aumento requiere de una ley y eso no ha ocurrido. El presidente de la Cámara de Representantes Tatito Hernández ha indicado que se debe incluir en un próximo proyecto de ley un aumento en sueldo a los jueces, los legisladores y a los secretarios del gabinete ejecutivo. Los jueces del Tribunal Supremo y por recomendación del presidente de la Asociación de la Judicatura Puertorriqueña aceptaron por el proceso de certificación decidir la disputa evitando que el Tribunal Apelativo tome su decisión.
Entiendo que el Tribunal Supremo debe decidir sobre si la sentencia del Juez Cuebas es correcta o no. Por otro lado, si lo que quieren es subirse el sueldo invocarán la Regla de Necesidad. Esa regla como la inmunidad, impunidad e infalibilidad de los jueces es tomada de la judicatura anglosajona. Cuando los nueve jueces del Tribunal Supremo (Ocho en Puerto Rico) deben considerar un caso en lo que todos tienen conflicto de interés invocan la Regla de Necesidad. De esa forma pretenden eliminar el conflicto de interés, en el que se beneficiarían de su propia decisión. Pero el Tribunal Supremo, por un tecnicismo procesal decidió aumentarse el sueldo, siendo juez y parte en el asunto. Aparentemente estamos incursionando en el terreno de una dictadura judicial. En efecto apabullaron y humillaron a la Cámara de Representantes y a su presidente Tatito Hernández. Sería un acto insólito ya que se supone que las tres ramas de gobierno ostenten igual poder, y ninguna de ellas es superior a las otras dos. Entonces como cuestión de hecho el poder más débil se ha convertido en el más poderoso y más temido en el país
Pero hay antecedentes para el uso de la Regla de Necesidad. En una vista oral celebrada el 14 de enero de 2014, la primera que se transmitió en vivo y donde se trataba el retiro de los jueces se invocó la Regla de Necesidad. La decisión fue a favor de los jueces en función; que no se les podía bajar la cuantía del retiro. Se aceptó que la baja en el retiro sería prospectiva.
Para mantener su supuesta infalibilidad hubiese sido prudente que los jueces de nuestro Tribunal Supremo hubieran resuelto solamente si el juez Cuevas Ramos estaba en lo correcto o si se equivocó. Al aumentarse el sueldo de manera directa están perdiendo credibilidad y prestigio ante sus conciudadanos, que al presente está en entredicho.
Los jueces a cualquier nivel incurren en errores de hecho al interpretar equivocadamente algunos testimonios vertidos en su sala. Curiosamente se proclaman incapacitados para corregir sus errores reclamando que están dotados de infalibilidad.
El problema de los tribunales es que son muy rígidos, donde no se conoce la verdad.
- El autor es doctor en medicina y fue presidente del Colegio Médicos de Puerto Rico