Por redacción de Sin Comillas
Los fondos federales asignados hasta ahora no serán suficientes para reconstruir la infraestructura de Puerto Rico. Mientras la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha reconocido que los daños totales podrían alcanzar cerca de $90,000 millones, los estimados de fondos autorizados a Puerto Rico para ayuda es alrededor de la mitad.
Pero es que además, los esfuerzos de recuperación se dan «en un contexto colonial, bajo la supervisión de un Gobierno federal a menudo indiferente y una junta de supervisión ni electa, mientras el Gobierno de la Isla se somete a un proceso de bancarrota», en un entorno político «muy complejo, mientras los buitres del desastre vuelan inquietantemente sobre nosotros». Estos son los restos que enfrenta Puerto Rico en su proceso de recuperación un año después de María, según Sergio Marxuach, director de política pública del Centro para una Nueva Economía (CNE).
El análisis de Marxuach, presentado ayer en Washington DC, subraya que las condiciones de Puerto Rico son únicas porque ha tenido que hacer frente, simultáneamente, a un proceso de bancarrota supervisado por un tribunal, una recesión económica de 12 años; una crisis fiscal y de deuda manejada bajo la incumbencia de una junta de supervisión impuesta por el Congreso de Estados Unidos, y un proceso de recuperación a gran escala después de un desastre natural inmenso.
A un año de María, el informe de Marxuach ve algunos «retoños», con sectores que empiezan a dar muestras de recuperación, y una economía que empieza a mostrar un efecto rebote.
«Y sin embargo, al llegar al punto álgido de la temporada de huracanes de 2018, existe la sensación de que no todo está bien», apunta. La base de la economía sigue frágil y esos brotes verdes que se aprecian en algunos sectores se deben a la llegada de los fondos federales para la recuperación.
Este análisis es el primero de una serie que el CNE se propone producir con el propósito de concienciar a quienes toman las decisiones acerca de las sutilezas y complicaciones con las que tendrán que lidiar al diseñar las soluciones de largo plazo de la Isla.
El Centro para una Nueva Economía (CNE) es un think-tank independiente sin afiliación político-partidista que aboga por el desarrollo de una nueva economía para Puerto Rico. Fundado en 1998, CNE produce investigación y análisis riguroso de política pública y es una de las voces más creíbles e influyentes en la discusión sobre la economía de Puerto Rico.