
Opinión
Por Alberto L. Martín Rivera*
Nuestro sistema financiero está integrado por diversas entidades que participan en el mercado de la intermediación financiera, entre las que se encuentran bancos comerciales, cooperativas de ahorro y crédito (CAC) y otras instituciones financieras. Daremos atención a los dos primeros segmentos.
Debemos establecer que todas las instituciones financieras son regidas por la Oficina de la Comisionada de Instituciones Financieras (OCIF) y en el caso de las CAC por la Cooperación Pública para la Supervisión y Seguro de Cooperativas (COSSEC). Las figuras jurídicas citadas, cuentan con fondos de protección con lo que cubren cualquier contingencia que derive de la pérdida de los ahorros que depositen los usuarios hasta un máximo de $250,000.
La importancia de las CAC radica en que despliegan su ámbito servicios financieros a personas que difícilmente tendrían oportunidad de acceder a productos de la banca comercial posiblemente por los altos requerimiento en su cualificación. La relevancia de las CAC es que su despliegue es un abanico de acción que va más allá de cubrir necesidades de financiamiento. Busca beneficiar no solo a los socios/clientes, sino también dando valor a los recursos de la familia y la comunidad tomando en sus manos su propio desarrollo.
Actualmente, las cooperativas atienden 1,152,137 socios y sobre 200,000 clientes. Esto con 91 CAC. Si incluimos sus oficinas y sucursales se eleva a 167, con sobre 294 cajeros ATM esto al cierre de 2023 (no hay informes actualizados).
Esto le impone a las CAC nuevos retos para la creación de nuevos productos, nueva tecnología y atemperar su gestión cooperativista al entorno de la competitividad del mercado y la economía social.
Tengamos presente que nuestro entorno de instituciones financieras compone un total de activos de $190,840.5 millones, con una capacidad prestataria de $58,317.6 millones (incluyendo a CAC).
En su conjunto, tomando solamente los segmentos de la banca comercial y las CAC la participación es $99,303.3 millones en activos totales. A esto las CAC corresponde una participación de 12.2%.
Atendamos los activos más importantes de toda institución financiera, es decir, su cartera crediticia. Ambas instituciones se componen, en su conjunto, de préstamos la cantidad de $46,413.4 millones, de los cuales la banca comercial compone el 83.9% y el restante 16.1% las CAC.
La cartera crediticia se compone de un portafolio generalmente de varias áreas de financiamiento, como los personales, arrendamientos, comerciales, institucionales, y otros. Los personales a su vez componen un subconjunto de facilidades como regulares, automóviles, residencia, propiedades, garantizados, “dealers”, en fin. Lo mismo con las demás facilidades.
Ahora, la composición de la cartera individual-regular (según conocidas en sus respectivos informes estadístico) presentan un total de $5,196.9 millones, de los cuales la banca posee una captación del mercado de 47.4%, siendo el grupo de CAC el restante 52.6%.
Es interesante que, en 2014, en la banca esta cartera mantenía un 50.1% y las CAC 49.9%. Con el aumento en los siguientes años de 26.7% ha logrado superar los números de la banca comercial que presenta al mismo período un aumento de 13.8%. Curiosamente el aumento en la captación de mercado de este producto se concentró en los años 2020 y 2021, brindando servicios en los momentos del Covid-19. Eso fue excelente.
Otra cartera importante que ha demostrado un crecimiento significativo son las facilidades de financiamiento para autos. Las CAC han logrado una captación de mercado del 30.4% frente a un 17.1% en 2014. La banca comercial comenzó en el 2014 con un mercado de 82.9% cerrando el tercer trimestre de 2024 en 69.6%. Es interesante que la morosidad de 90 días o más es de 0.74%. Si consideramos desde 30 días en adelante tenemos 5.86%. Lo que nos indica la necesidad de vigilancia y una gestión de cobro acentuada para evitar que esta corra hacia la cartera de 90 días.
En las CAC, la morosidad sobre dos meses en adelante es de 2.35%, considerando seis meses o más es 0.75%. Lo que sigue siendo excelente.
Finalmente considerando su cartera hipotecaria, que bien sabemos las dificultades que esta ha presentado en el mercado, tenemos la banca comercial con un mercado en los convencionales y “otros” en 75.6%, siendo el grupo CAC el restante 18.3%.
El aumento de las CAC desde 2014 al presente ha sido significativo. Este aumento, más que por el interés, ha sido posiblemente la flexibilidad en los gastos de cierre, gastos en la formalización de las escrituras y sus exenciones al socio, la gestión acelerada en la formalización en la documentación, en fin.
El portafolio total de las instituciones financieras comprende $58,327.6 millones, de los cuales el mercado hipotecario abarca el 18.8% y las CAC comprenden un mercado de 3.34%.
Las CAC tienen un amplio margen de crecimiento. Ahora, respecto a los nuevos fondos por recibir, como los depósitos de impacto social, los recursos externos por las obligaciones de inversiones de capital y de acciones, su colocación debe fundamentarse en decisiones estratégicas de sana rentabilidad y con mucha prudencia. La meta debe ser una calificación 1, no menos. Por lo que, entre otros detalles, vigilemos los gastos generales y administrativos, la cartera de inversiones, el coste financiero, fortalezcamos las reservas.
Aunque el tiempo nos trae cierta incertidumbre en los parámetros económico y social, debe ser motivo para que los socios/cliente mantengan la confianza en las CAC de que sus puertas estarán siempre abiertas para brindar los servicios y soluciones a sus problemas económicos y sociales.
- El autor es un empleado retirado de la banca comercial, con una experiencia de 40 años de servicio.