Por Luisa García Pelatti
El Gobierno sabe que los cambios propuestos en el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU), que incluye la eliminación de las exenciones para productos y servicios, podría ocasionar un aumento en los precios, pero opina que este incremento no será sustancial.
Según Melba Acosta, Secretaria de Hacienda, los economistas consultados han explicado que “aunque el aumento que podría causar en la inflación la medidas propuestas no es trivial, no es sustancial y no agravaría la recesión económica”.
El Gobierno ha propuesto eliminar las exenciones en el pago de IVU por servicios ofrecidos entre negocios y el certificado de exención de revendedor. Además, cooperativas, universidades, hospitales y hoteles deberán empezar a pagar IVU por la compras que realicen para sus operaciones. Las medidas están bajo la consideración de la Legislatura y podrían sufrir cambios.
“No pretendo que las medidas se aprueben exactamente igual. Hay un marco de acción, que es que estamos corrigiendo un déficit estructural”, comentó Acosta. Comentó que cambios en algunas medidas podría alterar el efecto de otras, pero insistió en que lo importante es cumplir con el objetivo de reducir el déficit y que quieren hacerlo “de forma que más gente comparta el peso, para que la carga sea menor”.
Las medidas para ampliar la base del IVU, con la que se pretenden aumentar en más de $1,000 millones los recaudos, buscan que paguen más empresas e individuos de altos ingresos y dice que son la alternativa a un aumento en el IVU del actual 7% a 8%, 9% u 11%.