Por Luisa García Pelatti

Las familias puertorriqueñas llegan a la crisis del coronavirus en una buena situación financiera, la mejor en una década. Una situación muy similar a la que tenían antes de la recesión global del año 2008. Aunque eso no quita que, al cierre del año fiscal 2019, las familias siguieran soportando una deuda superior a los $20,500 millones con las entidades financieras. Un promedio de $6,600 por hogar, no incluye deuda hipotecaria.

Los activos financieros de las familias (aquellos que están en depósitos en bancos, cooperativas, seguros y fondos de pensiones) se situaron en $50,101.7 millones en el año fiscal 2019, según datos del Informe Económico al Gobernador que publica la Junta de Planificación. Los activos apenas crecieron un 0.01%, pero es su nivel más alto desde 2009 y el sexto aumento consecutivo.

En el año fiscal 2018, los activos financieros habían crecido 4.5%, gracias a la llegada de fondos federales para la recuperación del huracán María (septiembre, 2017) y el desembolso de las compañías aseguradoras.

Las familias habían perdido $7,363 millones entre 2009 y 2013 y lograron recuperar $4,835 millones entre el 2014 y 2018.

Los activos están todavía lejos del igualar el nivel récord de $53,166 millones que alcanzó en el 2009.

En el año fiscal 2019, los activos financieros se mantuvieron estables respecto al año fiscal anterior, a pesar de que los depósitos en bancos comerciales –que suponen casi la mitad de los activos financieros de las familias– disminuyeron 0.7%, lo que significa $181.5 millones menos.

Los ahorros en la Asociación de Empleados del Estados Libre Asociado aumentaron 1.0%, las reservas en fondos de públicos de pensiones subieron 1.9% y los ahorros en cooperativas federales registraron un alza de 2.2%. Por otro lado, disminuyeron 0.4% los de cooperativas locales y 4.1% las reservas en compañías de seguros de vida.

El problema con estos datos, y otros muchos del Gobierno, es que nos ofrecen un retrato viejo de la actividad económica. Conocemos los datos del año fiscal 2019 cuando faltan poco más de dos meses para que termine el año fiscal 2020. De ahí la necesidad de tener estadísticas precisas, puntuales y pertinentes.