Por Luisa García Pelatti
La Ley 154, creada en 2010, que impuso un arbitrio a las corporaciones foráneas, está a punto de desaparecer. En los primeros 11 meses del 2023, sólo se recaudaron $227.6 millones por este concepto durante los meses. En 2022, el Departamento de Hacienda había recibido $1,514.7 millones, un 9.0% menos que el año anterior.
Desde que entró en vigor, en enero de 2010, la Ley 154 ha logrado ingresar a Hacienda $21,958.8 millones. Los recaudos a las corporaciones foráneas llegaron a representar el 22% del total de los ingresos netos al Fondo General en 2016. La dependencia de este arbitrio se había ido reduciendo a partir de 2018.
El arbitrio, que se creó para compensar la caída de los ingresos del fisco, lo pagaban 37 empresas, que, además, pagan otros dos impuestos: contribuciones sobre ingresos y la contribución retenida a no residentes, que está asociada mayormente al impuesto sobre regalías de las empresas manufactureras.
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos concedía crédito por los tres impuestos, pero ya había advertido que dejaría de acreditar los pagos correspondientes a la Ley 154 y estableció un periodo de transición, hasta el año 2022, en el que se debería ir eliminando ese arbitrio.
Para que las corporaciones pudieran hacer la transición se aprobó la Ley 52 de 2022, que modifica el marco tributario relacionado al impuesto a las corporaciones foráneas. Con esta ley, las corporaciones foráneas pagarán una tasa contributiva de 10.5% sobre su ingreso industrial de desarrollo y una tasa similar por concepto de regalías asociadas a la venta de sus productos.
Para garantizar la neutralidad de los ingresos, la Junta de Control Fiscal solicitó el año pasado la creación de un fondo de reserva de $250 millones, proveniente del efectivo de excedentes de años anteriores, para hacer frente a posibles reducciones en recaudos que provocará la implantación de la Ley 52. Esta reserva estaría vigente hasta el 31 de diciembre de 2025.