Por redacción de Sin Comillas

Un grupo compuesto por empresarios del sector privado, identificado como Movimiento por una Economía Saludable, presentó el programa denominado “Protegiendo la Salud y la Producción” que le pide al gobierno que “confíe en la capacidad de la industria privada” para volver a abrir los negocios. 

El grupo hace las siguientes recomendaciones:

  1. Tenemos que entender que el público y las empresas son inteligentes y han aprendido.  Los mercados son eficientes. Tanto los trabajadores como los clientes no saldrán a la calle hasta que no se sientan cómodos con la solución que se les ofrece.
  2. Los empresarios puertorriqueños son tan buenos como los mejores del mundo.  Tienen la capacidad y necesidad de desarrollar protocolos que protejan la salud, tanto del cliente como de sus trabajadores.
  3. Cada industria presenta su protocolo que se adapte a sus circunstancias y necesidades.   En un mercado libre los clientes deciden.
  4. El gobierno debe confiar y contar más en la capacidad de sus líderes empresariales, trabajadores y clientes.  Le va a dar mucha más fuerza a la solución.
  5. Controlemos nuestros miedos y trabajemos juntos, gobierno y empresa para perseguir la solución de una mejor vida.

“Un cierre de dos semanas para prevenir un colapso en el sistema de salud es algo que la mayoría de los negocios pueden manejar. Pero mantener las restricciones por más de seis semanas va a obligar a la quiebra y al fracaso a la mayoría de los negocios y empleos en Puerto Rico. El colapso económico será devastador. El sistema de salud tiene amplia capacidad. Es hora de producir”, dijo Federico Stubbe, presidente de la Junta de Directores de Prisa Group, uno de los fundadores y portavoces de este movimiento de empresarios y ciudadanos.

Otro de los fundadores, Gustavo Vélez, estima que el cese de la actividad económica hasta el 3 de mayo provocará un “impacto económico directo” de $8,400 millones. Si se extiende hasta el 31 de mayo, el impacto podría llegar a $12,100 millones.  Los sectores comerciales más fuertemente afectados incluyen: bienes raíces, ventas al detal, manufactura, turismo y entretenimiento, autos y salud.

El grupo hace un llamado a que los líderes gubernamentales “confíen en la capacidad de la industria privada a pensar en ideas innovadoras y ofrecer alternativas que ayuden a construir un programa de soluciones efectivas para salir airosos, que lleve a su vez, a construir una estrategia de desarrollo a largo plazo.  Esta estrategia debe estar dirigida a no depender tanto de fondos federales y buscar fuentes recurrentes de inversión y producción”.