
Por Redacción de Sin Comillas
El protagonismo político Elon Musk, asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le ha pasado factura a Tesla, una de sus empresas, cuyas ventas de autos cayeron un 13% en el primer trimestre.
Los ingresos cayeron un 9%, hasta $19,335 millones en el primer trimestre y las ganancias se desplomaron un 71%, hasta $409 millones.
Tanto en Estados Unidos como en Europa se han producido protestas contra la marca por las decisiones que Musk de despedir a miles de empleados federales y eliminar agencias. Algunas tiendas han sido vandalizadas. Musk ha apoyado a candidatos de ultraderecha en varios países.
A la politización de la marca se suma el aumento de la competencia, la tardanza en la actualización de sus modelos y el retraso en el lanzamiento de un modelo más económico que lleva anunciando desde hace años.
Tesla no solo vendió menos autos, sino que los vendió más baratos, para tratar de animar la demanda. La mejora de los servicios y del negocio de almacenamiento de energía amortiguan el golpe en la facturación.