Por Luisa García Pelatti
A pesar de que en Puerto Rico la población era más vulnerable, con un nivel socioeconómico más bajo y solicitó más fondos de asistencia tras el huracán María (septiembre de 2017), el gobierno federal asignó menos fondos que a los damnificados de los huracanes Katrina (2005), Harvey (agosto de 2017) e Irma (septiembre de 2017), según un análisis realizado por la firma de consultoría Econometrika Corp., del economista José Caraballo.
Después del huracán María, 73% de los solicitantes de ayuda necesitaban comida, 95% no tenía agua y luz y 64% sufrió daños en sus hogares. Sin embargo, en Puerto Rico las autoridades federales sólo consideraron elegibles el 41% de las solicitudes de ayuda, comparado con el 68% que resultó elegible en Luisiana tras el huracán Katrina.
Otro dato. Los damnificados de Luisiana ($7,129.36) y Nueva Orleans ($10,389,29) recibieron en promedio más ayudas que los de Puerto Rico ($2,608.28) tras María.
Pero más llamativo todavía es saber que un 2.7% de las viviendas de alquiler inspeccionadas en Puerto Rico tuvieron daños considerables, una cifra superior a los daños ocasionados por Harvey y Katrina. No obstante, la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) aprobó conceder la cantidad máxima en ayudas a 19 inquilinos en Texas, ocho en Florida, 14,634 en Luisiana, 11,747 en Nueva Orleans y sólo a una persona en Puerto Rico.
Las ayudas para los propietarios de viviendas que sufrieron daños también muestran un trato discriminatorio. Fema entregó las mayores ayudas a 5,240 propietarios en Texas (1.17% de los casos) y 3,364 en Puerto Rico, que representan sólo 0.4% de los casos. Las ayudas para los propietarios de Luisiana y Nueva Orleans también fueron más favorables que las que se recibieron en Puerto Rico.
El trato discriminatorio en las ayudas a Puerto Rico también se observó en los préstamos otorgados por la Small Business Administration (SBA), que aprobó $1,300 millones en Puerto Rico, $2,900 millones en Texas y $6,400 millones en Luisiana, a pesar de que las pérdidas fueron mayores en el huracán María, explica la firma a cargo del análisis.
También se observaron diferentes criterios a la hora de aprobar las declaraciones de desastre. En Luisiana se emitió el mismo día del huracán, en Puerto Rico se hizo cinco días después del ciclón.