Opinión
Por Alberto L. Martín Rivera*
Las cooperativas son más pequeñas que las instituciones bancarias y suelen ser más flexibles en el tratamiento de las tasas con sus socios/clientes. Estas son entidades autónomas e independientes, pero todas son supervisadas por COSSEC. Sin embargo, considero que la determinación de las tasas pasivas reside en gran medida por cuestiones de competencia de mercado. Pero ¿competencia con quién?
Este mercado de competencia afecta la combinación de lograr un control efectivo sobre la tasa de interés y el objetivo administrativo de lograr un rendimiento efectivo en su colocación.
Ahora, sabemos que el mercado de capitales sociales y bancario son mercados con un desplazamiento segmentado, pero he observado que dentro del mercado de capitales sociales (CAC – Cooperativas Ahorro y Crédito) ocurre el mismo desplazamiento creando un mercado de competencia entre sí, es decir, entre las cooperativas.
El propósito fundamental de la captación de depósitos va atada a la colocación de activos productivos, como lo es, por ejemplo, la cartera crediticia, inversiones, su liquidez, en fin. “Guía de Examen, Sección 13 – Depósitos, pagina 3, Visión General, nos dice “Los depósitos, por lo general, son la fuente principal de fondos para las cooperativas de ahorro y crédito. Como tal, las cooperativas deben contar con políticas que dispongan sobre el manejo de los depósitos en el pareo de activos y pasivos (“asset liability management policies”). Para determinar un pareo adecuado, la cooperativa debe considerar el costo de los fondos, el pareo de los fondos con los correspondientes activos y a su vez cubrir las necesidades de fondos de los socios y depositantes”.
He tomado una muestra de 51 cooperativas del grupo total de 102 al cierre de 2022. Las mismas pertenecen al nivel 5 y 6. Cuando hacemos un análisis de “Determinación de Coeficiente de Varianza” para cuentas de depósitos el coeficiente de variación es 61% siendo superior si tomamos como determinante un límite homogéneo del 25%, puedo concluir que no hay uniformidad en el coste financiero en el grupo analizado mostrando un conjunto heterogéneo, es decir, muy dispersos como se puede observar en la gráfica principal. Siendo diversa, cada cooperativa paga según sus propios criterios sin una base homogénea entre ellas. Según mi observación esta asimetría entre información interna (que no tengo y no será requerido) y el mercado causa que la competencia fuerte en el pago de intereses básicamente no ocurra hacia la banca comercial, sino entre sí mismas. Es tan dispersa que en el análisis realizado encontramos extremos acentuado entre el coste financiero donde hay cooperativas con un interés ponderado promedio tan bajo como el 0.11% y uno tan elevado de 1.62%. La banca comercial presenta un coste financiero aproximado de 0.36% y 0.60% al cierre del 2022- 2T23 respectivamente. Si nos dejamos llevar por el informe SADIS 2022 (informe social de las CAC) la diferencia aproximada en el coste financiero con la banca es 26.4%, muy significativo. Debemos esperar un alza significativa en las cooperativas al cierre de 2023 a diferencia de la banca. De hecho, en el cuadrante 2 y 3 de la gráfica de regresión lineal (de una muestra de 51 CAC) tienen una alta concentración en certificados de depósitos, más acentuado en el cuadrante 3 dando como resultado altos costes financieros, muy acentuados sobre la banca comercial. Es decir, la competencia de estas cooperativas (capitales sociales) se vuelve entre sí y no contra la banca comercial. No existe, aparentemente una formalidad por pueblo para mantener unos costes financieros similares al cuadrante 1 y 4 evitando competir entre ellas, sino entre la banca comercial, manteniéndose dentro y no fuera del mercado.
Sí hay una relación directa al aumentar la base, el gasto de interés va a aumentar, pero no necesariamente aumenta la tasa pasiva. Por ejemplo, tenemos una cooperativa con balance en depósitos de $210 millones con un coste financiero de 0.28%, de otro lado, tenemos un balance de $101 millones con un coste financiero de 1.26%. Quiere decir que los depósitos no determinan el valor del gasto, sino la “política establecida”, ya que no necesariamente se paga elevados intereses porque se tenga altos depósitos. No se determina un valor asociado, digamos a un mercado con precios determinados, homogéneos. Por lo que nuestra presentación es lograr una concientización de reducción de las tasas pasivas para atemperarlas a la tasa pasiva bancaria, pero manteniendo un diferencial mayor, pero no excesivo.
Para el cierre del informe estadístico de COSSEC al 2022 los niveles 1 – 4 presentan un coste financiero promedio de 0.40% con una tasa ponderada en préstamos de 9.12%, siendo los primeros cuatro niveles los de mayor impulso. Para los niveles 5 – 6 presenta un coste financiero promedio de 0.35% con una tasa ponderada en consumo de 6.97%.
Con el aumento de intereses por la Reserva Federal la corrida del 3T23 presenta un coste financiero promedio de 0.56% con una tasa ponderada en préstamos de 8.64%, siendo los primeros cuatro niveles los de mayor impulso. Para los niveles 5 – 6 presenta un coste financiero promedio de 0.64% con una tasa ponderada en consumo de 7.18%. Las cooperativas deben presentar al cierre de 4T23 índices más altos.
Es curioso si este análisis lo hacemos con el interés ponderado de los prestamos obtendremos un determinante del 22% siendo inferior al límite homogéneo del 25% establecido, puedo concluir por “alguna razón” hay cierta uniformidad (homogeneidad) en el interés ponderado bajo en la cartera de crédito del grupo cooperativo analizado. Contrario al coste de fondos ya mencionado.
Debe pensarse en el beneficio del socio, pero también el beneficio de la propia cooperativa. Esta “metodología” de pago afecta la verdadera posición del mercado local. Esta posición es una de visión significativa porque se centra en los altos costes financieros como el beneficio central del cooperativismo. Rompe en cierta medida con la verdadera visión de lo que es ser socio de una cooperativa, no meramente lucrativo. Ante esta situación sugiero un proceso de alianza estratégicas entre las cooperativas que contribuyan a una estabilización en las tasas de interés a pagar.
La fortaleza de sus índices de estabilidad económica que hemos hablado en escritos anteriores nos da la garantía de una sólida continuidad de las cooperativas, pues no solo la visión debe detenerse en el presente, sino pensando en la generación futura, pues son ellos nuestra continuidad. Nuestra visión no debe ser solamente la de altos intereses y bajos interés que perjudica en cierta manera la base de nuestra estructura social. Solo se logra la continuidad de la cooperativa con una estructura social fuerte que perpetúe el servicio a sus socios y a la comunidad, no solamente el aspecto lucrativo.
- El autor es un empleado retirado de la banca comercial, con una experiencia de 40 años de servicio.