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Por Redacción de Sin Comillas
El presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Orestes Quesada, informó que los fondos federales relacionados a propuestas de investigación asignados para este año académico 2024-25 y los próximos podrían verse afectados y en algunos casos eliminados debido a una directriz del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
“La eliminación de los fondos destinados a la investigación en la Universidad de Puerto Rico tendrá un impacto devastador en nuestra capacidad para realizar estudios científicos de alta calidad. Las restricciones a los costos indirectos limitan severamente los recursos disponibles para nuestras unidades académicas, afectando la infraestructura esencial para los laboratorios y restringiendo las oportunidades de investigación para nuestros estudiantes y profesores. Las ordenes ejecutivas del presidente Trump pone en peligro los avances científicos críticos que, en muchos casos, dependen de la estabilidad financiera y el apoyo que nos han brindado históricamente los fondos federales”, comentó Quesada.
La falta de fondo tendrá los siguientes efectos:
- Reducción de la financiación para laboratorios y equipos, lo que limitaría la capacidad de nuestros científicos para realizar investigaciones fundamentales.
- Menos oportunidades de investigación para nuestros estudiantes de posgrado y posdoctorados, quienes dependen de estos fondos para avanzar en sus carreras científicas.
- Retrasos o cancelaciones de estudios biomédicos críticos que podrían retrasar avances en áreas esenciales para la salud pública y la medicina.
- La UPR enfrenta una situación extremadamente difícil, ya que no contamos con los recursos suficientes para cubrir estos costos adicionales.
También se vería afectado el empleo dentro de la universidad. “La UPR tendría que considerar el despido de empleados administrativos y técnicos, quienes desempeñan roles clave en la gestión de los fondos y en el apoyo a la investigación científica cuyo salario depende de las subvenciones federales de proyectos de investigación y de los costos indirectos asociados a estas propuestas. El impacto en los laboratorios y en la capacidad operativa de la universidad provocaría una reestructuración forzada, lo que pondría en peligro la estabilidad laboral de muchas personas en la institución. La mayoría de las universidades no tienen los fondos suficientes para intervenir y cubrir esta situación. No es viable”, agregó el presidente interino, quien también destacó que las universidades de Estados Unidos enfrentan dificultades similares.
El exdecano de la Facultad de Medicina de Harvard, Jeffrey Flier, calificó la decisión de “insensata”, mientras que otros exigen mayor transparencia en la asignación de subvenciones. El National Institutes of Health (NIH) comparó su nueva política con la de los financiadores de investigación privados, que limitan los costos indirectos al 10-15%.
Los funcionarios de la administración Trump han elogiado la medida, afirmando que elimina el gasto innecesario de las universidades.
¿Qué son los costos indirectos y por qué son importantes?
Cuando un científico recibe una subvención federal del NIH —por ejemplo, $500,000 por año– la institución que alberga la investigación normalmente recibe un porcentaje adicional para cubrir costos indirectos, tales como:
- Espacio de laboratorio y mantenimiento
- Facturas de servicios públicos (electricidad, calefacción, ventilación y aire acondicionado, agua, etc.)
- Salarios del personal de investigación
- Equipos y gastos operativos.
Bajo políticas anteriores, las tasas de costos indirectos eran negociadas entre el NIH y cada institución, en el caso de la UPR hay propuestas con costos indirectos que van desde 8% al 50%, dependiendo del mecanismo de instituto que subvenciona la propuesta. La nueva orden reduce significativamente esa financiación y la normaliza a 15% obligando a la institución a costear la diferencia. En el caso de la UPR con un presupuesto ya casi inoperante es imposible destinar fondos para estos fines. Los recintos más afectados serían Ciencias Médicas Mayagüez y Río Piedras, en el caso de este último su clasificación Carnegie Institución R2, High Intensive Research Institution podría verse afectada.