Los expertos hablan de “epidemia dentro de la pandemia” 

Por Luisa García Pelatti 

El 17 de abril, había 463 adultos y 46 niños hospitalizados con COVID-19, una cifra que multiplica por cuatro los mínimos de marzo y que nos sitúan en los peores números del repunte de diciembre. En los primeros 15 días de abril se han registrado 8,099 positivos, por encima de los 6,446 de todo el mes de marzo. El número de fallecidos se elevó hasta 74 hasta el 17 de abril, en comparación con las 67 personas fallecidas en todo el mes de marzo.

Este repunte de casos se esperaba desde el 9 de abril, explican Ibrahim Pérez, médico salubrista, y la demógrafa Judith Rodríguez. “Teníamos la certeza entonces, que con la amenaza de las nuevas variantes COVID, con solo un 16% de la población completamente vacunada, con un incremento tan masivo y acelerado de casos COVID positivos, principalmente en personas jóvenes, el gobierno decretaría una nueva orden ejecutiva con los cambios urgentes y contundentes que ameritaba el alarmante panorama”.

Había consenso entre los salubristas de que la nueva orden del gobierno sería más restrictiva para evitar el colapso del sistema hospitalario, pero no fue así.

“La OE-2021-027 ha sido una gran decepción. El objetivo deseado no se va a lograr con meramente bajar el aforo a 30%, ni con prohibir actividades que han estado previamente prohibidas o limitadas y para las que el gobierno no cuenta con el personal necesario que vele por su cumplimiento. Es improbable que tan tímidas restricciones vayan a frenar la severa ‘epidemia dentro de la pandemia’ que nos está arropando”, explican Pérez y Rodríguez.

Consideran que la orden ejecutiva no fue suficiente, “se queda muy corta” y”demuestra poco respeto por la vida” de una población que en su mayoría lleva un año cumpliendo las medidas preventivas. “Dios nos proteja de una orden ejecutiva que pretende apagar un fuego de gran magnitud con cubos de agua”.

“La presente administración no supo sostener la continuidad del conteo regresivo hacia el control de la pandemia que heredó a principios de enero. Apenas pudo mantenerlo hasta marzo. Fue para su tercera orden ejecutiva consecutiva de flexibilización de restricciones que empezamos a notar los primeros indicios de repunte. Sin embargo, el gobierno se empeñó en seguir poniendo su mayor énfasis y esfuerzo en la vacunación para detener la pandemia, restándole importancia a una educación masiva que era prioritaria para fomentar el buen comportamiento ciudadano como primera línea de defensa. Empezaron a proyectar que el peligro estaba pasando y que la vacunación nos conduciría a la normalidad”.

Los expertos advierten que el nivel de vacunación actual no es suficiente para evitar el repunte de casos. Dicen que no proponen un cierre completo, sino medidas restrictivas más eficaces que rompan la cadena de transmisión. Los datos más recientes del New York Times indican que en Puerto Rico un 18.4% de la población está vacunada y 29.6% ha recibido al menos una dosis.

La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico ha preparado un documento, del que en SIN COMILLAS publicamos un resumen, que “debería ser adoptado por el gobierno como hoja de ruta oficial para el monitoreo y la toma de decisiones sobre las actividades que deben ser restringidas para frenar la pandemia”.