Por Luisa García Pelatti
Las familias consumen a un ritmo que supera sus ingresos. La tasa de ahorro de las familias puertorriqueñas regresó a terreno negativo en el año fiscal 2022, tras dos años con el nivel de ahorro más alto en la historia. La tasa cayó a -0.7% en el año fiscal 2022, según los datos revisados del Apéndice Estadístico del Informe Económico al Gobernador al que ha tenido acceso SIN COMILLAS. Una tasa de ahorro negativa significa que las familias consumen por encima de sus ingresos.
Es la primera vez en tres años que la tasa de ahorro pasa a terreno negativo. La tasa de ahorro se disparó hasta 8.7% en el año fiscal 2020 y bajó a 7.7% en el año fiscal 2021. Son las cifras más altas en la serie histórica y se explican por los estímulos económicos recibidos a raíz de la pandemia del COVID. Además, en ese periodo se redujeron drásticamente los gastos consumo.
Antes de la pandemia, en el año fiscal 2019, el nivel de ahorro había caído a -5.5%, el nivel más bajo desde 1988. La tasa de ahorro ha sido negativa durante cinco de los últimos 10 años.
La tasa de ahorro cayó porque el consumo aumentó mientras disminuyó el ingreso. En el año fiscal 2022, el ingreso personal disponible de las familias cayó 0.6%, el primer descenso en tres años, tras crecer 4.8% y 18.0% en los años fiscales 202o y 2021, respectivamente.
Mientras, los gastos de consumo personal aumentaron 8.5%, tras una subida de 19.2% el año anterior, debido al desplome del consumo (-9.3%) en el 2020 como resultado de las restricciones del COVID-19. El alto nivel del empleo que registra la economía de Puerto Rico también podría haber generado optimismo, alentando el consumo.
El comportamiento de la tasa de ahorro en Puerto Rico es diferente del que se observa en otros países, donde la tasa de ahorro está directamente relacionada con el crecimiento económico. Aquí, el ahorro personal tiene un comportamiento anti-cíclico. Un aumento en el crecimiento económico provoca un aumento en los ingresos, pero el consumo crece a un ritmo aún mayor, lo que había mantenido la tasa de ahorro en negativo la mayor parte de los años.
Por otro lado, los depósitos privados en bancos (cuando se restan los depósitos de gobierno y municipios) se dispararon un 27.7% en el año natural 2020 y volvieron a subir 11.1% en el 2021. Sin embargo, cayeron 24.5% en el 2022, según datos de la Oficina de la Comisionada de Instituciones Financieras (OCIF).