Agencias

Hace menos de una semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) declaraba que la economía de Estados Unidos crecerá un 1.9% este año. Sin embargo, la Reserva Federal decía el jueves que el crecimiento será de entre 2.3% y el 2.6% para este año y superior al 3% para 2014 y 2015.

La Reserva Federal mantendrá por ahora su programa de compra de deuda pública y privada, aunque, según declaró el presidente de la institución, Ben Bernanke, empezará a reducir el volumen de estas operaciones este año, “dependiendo de las condiciones”, o sea, siempre y cuando la economía siga acelerando su crecimiento. En 2014, previsiblemente, suspenderá la operación, una vez que la tasa de desempleo caiga por debajo de 6.5%.

El mandato de Bernanke concluye este año y parece muy improbable que vaya a seguir en el cargo. La “número dos” de la Reserva Federal, la keynesiana Janet Yellen (esposa del Nobel de Economía George Akerlof) es ahora mismo la principal candidata para sucederle.

Aunque tanto Bernanke como el FMI coinciden en que el duro ajuste fiscal que EEUU está viviendo es el principal freno al crecimiento, la Reserva Federal es mucho más optimista en lo que se refiere al vigor de la economía. Aun así, la situación está marcada por la incertidumbre.