Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. 

Por redacción de Sin Comillas

La Reserva Federal ha mantenido sin cambios las tasas de interés y ha explicado que realizará una pausa en su calendario de incrementos de las tasas de interés. Es la primera vez en los últimos años que no se anticipan aumentos en las tasas de interés.

“A la luz de la evolución económica y financiera mundial, y debido a las presiones inflacionarias”, la Reserva Federal asegura que será “paciente” para determinar las tasas de interés en Estados Unidos. Las tasas permanecen en un rango de entre 2.25% y 2.5% desde que el pasado diciembre se aplicó la cuarta subida de 2018, dejando las tasas en el nivel más alto desde marzo de 2008.

El mensaje de la Reserva Federal supone un cambio respecto a los anteriores comunicados, en los que en los que se mencionaba que serían “apropiadas” más subidas. Todos los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto, el organismo de la Fed encargado de fijar las tasas, avalaron la decisión.

Los cambios se explican por las incertidumbres globales, que están frenando el crecimiento económico. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado el crecimiento mundial de 3.7% a 3.5% para 2019, al tiempo que Estados Unidos sufre las consecuencias de la guerra comercial y de un cambio de era en el que una nueva recesión está cada vez más cerca.

La Reserva Federal reconoce que la inversión empresarial se ha moderado, pero recuerda que el gasto de los consumidores sigue creciendo con fuerza. Powell aseguró que espera que la economía de Estados Unidos siga impulsándose este año, aunque a menor ritmo que en 2018, enfatizando los nuevos riesgos en el horizonte.

El presidente de la Reserva Federal señaló a Europa, inmerso en el Brexit, y China como grandes incertidumbres, al tiempo que enfatizó las consecuencias del cierre de Gobierno en Estados Unidos, que se ha prolongado durante más de un mes, hasta el pasado fin de semana.

La Fed se refirió también a sus planes de reducción de balance, que se disparó hasta los $4 billones ($4 trillion) tras los largos años de crisis. La Reserva Federal dice que, aunque continuará con sus planes de recorte mensual iniciados hace dos años, está preparada para alterar su ritmo “a la luz de la evolución económica y financiera”. La intención del banco central de seguir contando con un sistema de reservas “amplio” enfatiza sus planes de frenar la venta de deuda antes de lo previsto, lo que supone más flexibilidad para el mercado.