La Fed se reunirá en septiembre para discutir las nuevas medidas de estímulo económico de una recuperación que “es mucho menos robusta de lo esperado”, tal y como ha confirmado el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.

“La recuperación económica es mucho menos robusta de lo esperado”, ha constatado Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), en su discurso preparado para ser enunciado en la esperada conferencia de Jackson Hole.

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Para combatir otra desaceleración económica, Bernanke ha confirmado que el banco central prolongará a dos días (estaba previsto que fuera uno) su reunión de septiembre (20-21) y permitir así “un debate más completo considerar herramientas que añadan un estímulo monetario adicional”.

Bernanke ha vuelto a subrayar a los mercados que el banco central “está preparado para emplear las herramientas necesarias para promover una fuerte recuperación económica.”

De hecho, Bernanke ha insistido en que todavía tiene sobre la mesa “un rango de medidas para proveer más estímulo” y que además se discutió en la última reunión de agosto”. Con esta declaración, el mercado tendrá que esperar al martes, cuando se publiquen las actas de esa reunión, para conocer qué medidas discutieron los miembros del Comité Abierto durante el encuentro.

Esta es la respuesta que ha dado Bernanke a los mercados ante el evidente debilitamiento de la economía de Estados Unidos. Hoy se ha conocido que la economía de EEUU sólo creció al 1% en el segundo trimestre. “Los datos sugieren que los problemas son más persistentes, no son sólo temporales”, ha reconocido Bernanke, que también ha confirmado que la institución monetaria ha rebajado sus previsiones de crecimiento para los próximos trimestres.

“El saneamiento de la economía llevará un tiempo”, aunque ha confiado en que “no deje grandes cicatrices”. Para ello, Bernanke ha vuelto a señalar que la Reserva Federal está en alerta a “los riesgos que enfrenta la recuperación, incluyendo los riesgos financieros”.

El principal objetivo de Bernanke sigue siendo reducir el abultado desempleo de EEUU, que alcanzó el 9.1% en julio y sigue sin reducirse considerablemente desde que se desatara la peor recesión desde los años 30 en 2007. El próximo viernes, el Departamento de trabajo publicará los datos de agosto.

Pero al alto nivel de desempleo, la economía estadounidense sigue enfrentándose a un mercado inmobiliario deprimido tras explotar la burbuja inmobiliaria con la crisis financiera y un frenazo de la actividad industrial en los últimos meses, que han llevado al ISM manufacturero al quedar al borde de entrar en zona de contracción.

“Bajo estas circunstancias inusuales, las políticas que promuevan una recuperación más firme a corto plazo pueden ser buenas para los objetivos a largo plazo también”, ha sentenciado Bernanke