Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. (Foto: Reserva Federal)

Por redacción de Sin Comillas

Con el objetivo de contener la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos subió 0.75 puntos las tasas de interés, lo que las deja entre el 1.50% y el 1.75%. Es el tercer aumento consecutivo y el mayor en 28 años. La Reserva Federal ya había subido las tasas 25 puntos básicos en el mes de marzo y 50 puntos en mayo. Y no será el último aumento. Se prevé que la Reserva Federal volverá a subir las tasas en julio y en otoño.

Aunque el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, había anticipado en mayo dos subidas adicionales de medio punto porcentual, los mercados ya anticipaban en los últimos día que la subida podría ser mayor.

La Reserva Federal quiere estabilizar la inflación, que en mayo se situó en 8.6%, la más alta en más de cuatro décadas. El reto es seguir subiendo las tasas para contener la inflación sin provocar una recesión. En mayo, Powell se mostró convencido de la posibilidad de “un aterrizaje suave”, pero también reconoció que “no va a ser fácil de conseguir”. La decisión de la Reserva Federal encarece las hipotecas, modera el consumo y frena la economía.

La economía de Estados Unidos se contrajo 1.4% en el primer trimestre, según datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio. Es la primera caída desde mediados de 2020. Se podría hablar de recesión si se produce otra caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre. Históricamente, un ajuste monetario rápido a menudo es el preludio de una recesión. Pero para la Reserva Federal una inflación descontrolada sería aún peor.

En mayo, Powell había descartado un aumento de 0.75%. “Una subida del 0.75% no está sobre la mesa del consejo”, aseguró y había añadido que era muy probable una subida de 0.50 puntos en las próximas dos reuniones.

La inflación no está dando muestras de moderación. Hoy se conoció que los precios de producción crecieron 10.8% en mayo. El índice subyacente de Precios de Gastos de los Consumidores (PCE, por sus siglas en inglés), que es el indicador que emplea la Reserva Federal para seguir la marcha de la inflación se situó en abril en 4.9%, cuando el objetivo es que esté en alrededor de 2% en el medio plazo.

El mercado esperaba ya esta subida de 0.75 puntos. Tras conocer el dato de inflación del mes de mayo los inversionistas entendían que la subía debía ser mayor al medio punto previsto. Por eso la Bolsa cayó con fuerza a principios de esta semana.