Opinión

Por Enrique Vázquez Quintana*

En el Recinto de Ciencias Médicas existen sobre 38 programas de residencias médicas, algunas de ellas únicas en el país. Según envejece la población los cirujanos cardiovasculares también van envejeciendo. La edad promedio de los cirujanos cardiovasculares de nuestro país fluctúa entre 63 a 67 años.

El programa de Cirugía Cardiovascular comenzó en el Hospital Municipal de la Capital en el 1955 bajo el liderato del doctor Francisco L. Raffucci Arce. Aunque los doctores David Rodríguez Pérez, Jaime L. costas Diurex y Luis Vallecillo ya habían realizado operaciones cardíacas, fue el doctor Raffucci quien inició formalmente un programa de cirugía cardíaca. Al comienzo, la máquina de circulación extracorpórea la manejaba el doctor Rafael Sorrentino, adiestrado en la Universidad de Minnesota al igual que el doctor Raffucci. Al comienzo la tasa de mortalidad era alta.

En el 1960, la sección clínica de la Escuela de Medicina se mudó al Hospital Universitario de Río Piedras y en el 1962, la cirugía cardíaca comenzó a realizarse en el Centro Médico de Puerto Rico. Para esa época ya trabajaba en el Centro Médico el doctor Luis Soltero Harrington, primer cirujano especializado en Cirugía Cardiovascular Pediátrica, adiestrado por Denton Cooley.

El Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe fue inaugurado en agosto de 1992. El primer trasplante de corazón se realizó el 27 de junio de 1999. Al presente solo tenemos un cirujano cardiovascular pediátrico y no hay ningún otro cirujano en adiestramiento cardiovascular de adultos o pediátrico en Estados Unidos. Los dos cirujanos que hacen los trasplantes de corazón planifican retirarse en 3 o 4 años. Tampoco tenemos quién los substituya, lo que significa que la Unidad de Trasplante Cardíaco del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe desaparecerá.

Al presente tenemos 10 cirujanos cardiovasculares distribuidos en los siguientes hospitales: dos en el Centro Cardiovascular, uno en Pavía Santurce, uno en el Auxilio Mutuo, uno en el Hospital Bayamón Medical Center, uno en San Lucas en Ponce, otro en el Hospital Damas de Ponce y dos en el Centro Médico de Mayagüez; para un total de nueve cirujanos cardiovasculares. Ese número pudiera ser suficiente para la población de Puerto Rico, el problema es que algunos hacen cirugía cardíaca pero no hacen aneurismas de la aorta o cirugía del tórax, están sub-especializados. El problema más serio es la falta de cirujanos pediátricos cardiovasculares y cirujanos de trasplantes de corazón. Algunos cirujanos preseleccionan sus casos y rehúsan operar a los que consideran ser un riesgo mayor.

Aunque ya en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe se puede utilizar el reemplazo de la válvula aórtica percutáneamente, sigue rezagado en los siguientes aspectos:

  • No se realizan trasplantes de pulmón.
  • El uso de asistencia ventricular es muy limitado, prácticamente ausente.
  • No se realizan trasplantes de corazón pediátrico.
  • Muy pocos cirujanos reparan endovascularmente los aneurismas de la aorta y sus ramas.
  • No existe ECMO (extracorporeal membrane oxygenator) Este es un sistema para oxigenar la sangre para permitir que el corazón y pulmón recobren su función. Se puede utilizar solamente por 3-7 días.

Un dato positivo es que la Escuela de Medicina Central y del Caribe comenzará en el Hospital Auxilio Mutuo, posiblemente en julio de 2024, un programa de adiestramiento en cirugía cardiovascular. Será un programa de dos años y comenzará con un solo candidato. Las conversaciones con ACGME (Accreditation Council on Graduate Medical Education), la entidad que acredita las residencias médicas, ha progresado satisfactoriamente.

La solución es reclutar a algunos cirujanos cardiovasculares exitosos que se han marchado a practicar a Estados Unidos, haciéndole ofertas atractivas para que regresen.

  • El autor es doctor en medicina y fue presidente del Colegio Médicos de Puerto Rico