Los vacunados debe usar mascarillas no sólo para protegerse a ellos mismos sino a los que tienen alrededor
Por redacción de Sin Comillas
La variante delta está cambiando cómo se lucha contra el COVID-19. La semana pasada el Gobierno volvía a hacer obligatorio el uso de mascarillas en lugares cerrados. Una decisión, una decisión que ahora parece más que justificada con la tasa de positividad en 9.0% y los nuevos datos revelados por The New York Times y The Washington Post: la variante delta es tan contagiosa como la varicela, conlleva mayor riesgo de enfermedad grave e incluso las personas vacunadas pueden infectar igual que las no vacunadas.
El informe filtrado de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) añade que los vacunados pueden contagiar tanto como los no vacunados, por eso recomiendan que vacunados y no vacunados utilicen la mascarilla en interiores y en espacios públicos. La diferencia es que la mayoría de los vacunados contagiados van a ser asintomáticos. Las vacunas no eliminan la capacidad de contagio, pero previenen enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes. El documento sostiene que las vacunas reducen el riesgo de enfermedad grave o muerte 10 veces y el riesgo de infección, tres veces. Por eso no basta solo con las vacunas y de ahí la importancia usar las mascarillas.
La semana pasada el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a los estados (y parece que Puerto Rico acogerá la recomendación) que paguen $100 a los que se vacunen ahora, como un incentivo para aumentar las tasas de vacunación, que crecen a un ritmo muy lento. En Puerto Rico se ha vacunado con las dos dosis de las vacunas el 57.2% de la población, mientras que 65.3% tiene al menos una dosis.