Opinión

Por David J. Carrasquillo Medrano*

El futuro de Puerto Rico está en juego. Con la reciente aprobación del Proyecto de la Cámara 1034 (PC 1034), nos enfrentamos a una decisión crítica que podría redefinir – para mal – cómo se lleva a cabo la planificación y el desarrollo en nuestra isla. Como director ejecutivo de ¡Planifiquemos!, una organización dedicada a promover la planificación comunitaria participativa, inclusiva y democrática, hago un llamado urgente al gobernador Pedro Pierluisi para que ejerza su poder de veto sobre esta medida.

El PC 1034 propone enmendar los requisitos para el puesto de director de las Oficinas de Ordenación Territorial, permitiendo que profesionales sin formación especializada en planificación ocupen estos cargos. A primera vista, esto podría parecer una forma de ampliar el campo de candidatos y agilizar los procesos. Sin embargo, un análisis más profundo revela los graves riesgos que conlleva. Los planificadores profesionales pasan por un riguroso proceso educativo que los equipa con un conjunto único de conocimientos, habilidades y sensibilidades. Están capacitados para considerar no sólo los aspectos físicos del desarrollo, sino también sus dimensiones sociales, económicas y ambientales. Su compromiso es con el interés público y la planificación sostenible, no con ganancias privadas a corto plazo.

Permitir que aquellos sin esta formación integral asuman roles de liderazgo en la planificación podría abrir la puerta a conflictos de interés, donde las decisiones sobre el uso de nuestro territorio se basen más en modelos de desarrollo económico que nuestras comunidades ya han sido testigos de cómo no funcionan. Modelos que apuestan a un desarrollo desmedido y no sostenible, ignorando las necesidades reales de nuestras comunidades y poniendo en peligro nuestros valiosos recursos naturales y culturales.

Debilitar los estándares para estos puestos críticos amenaza con socavar la participación pública y la inclusión en los procesos de planificación. Las comunidades, especialmente aquellas históricamente marginadas, podrían encontrar aún más barreras para hacer oír sus voces y dar forma a su propio futuro.

Estos riesgos no son hipotéticos. Hemos visto los problemas que surgen cuando la planificación es liderada por aquellos sin la preparación adecuada: construcciones ilegales en áreas protegidas, desarrollos que dañan ecosistemas frágiles, proyectos que exacerban las desigualdades existentes. Los costos de estos errores son altos y duraderos.

Es por eso que ¡Planifiquemos!, junto con una amplia coalición de académicos, líderes comunitarios y profesionales de la planificación, se opone firmemente al PC 1034. Creemos que Puerto Rico merece un sistema de planificación dirigido por expertos dedicados, guiado por la participación ciudadana y orientado hacia un desarrollo verdaderamente sostenible y equitativo.

Hacemos un llamado al gobernador para que escuche estas preocupaciones y ejerza su liderazgo vetando esta medida. Y extendemos una invitación a todos los interesados ​​en el futuro de nuestra isla a unirse a un diálogo abierto y constructivo sobre cómo fortalecer nuestras prácticas de planificación.

En ¡Planifiquemos!, nuestro lema es “Hablando la Gente se Entiende”. Creemos en el poder de la conversación inclusiva y bien informada para generar soluciones innovadoras. Con planificadores profesionales capacitados a la vanguardia, podemos crear espacios donde todas las voces sean valoradas y todas las ideas consideradas. El veto del PC 1034 no sería el fin de la discusión, sino el comienzo de una nueva fase en nuestra búsqueda colectiva de un Puerto Rico mejor planificado.

La decisión está en manos del gobernador, pero la responsabilidad recae en todos nosotros. Hagamos oír nuestras voces, defendamos los principios de una planificación sólida y trabajemos juntos para construir el Puerto Rico que merecemos. El futuro no es algo que simplemente nos sucede; es algo que creamos. Y comienza con un buen plan.