Por Luisa García Pelatti

La tasa de morosidad bancaria cerró el año 2022 en 2.69%, el nivel más bajo desde 2007, según los datos del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC).

La morosidad había subido hasta 6.57% en el tercer trimestre del 2020, coincidiendo con el primer año de la pandemia de COVID-19 y desde entonces ha seguido bajando. La demora en el pago de préstamos a los bancos se elevó por encima del 9% a finales del 2017, tras el huracán María (septiembre, 2017), y llegó a superar el 10% entre 2009 y 2012.

El valor total de créditos dudosos disminuyó de $759.1 millones en el cuarto trimestre del 2021 hasta $614.1 millones en el mismo periodo de 2022. Son $145.0 millones menos que el año pasado y $19.1 millones menos que en el tercer trimestre del 2022.

La tasa de morosidad es más alta en la cartera de hipotecas, situándose por encima del 4%.