Por Luisa García Pelatti
Los recaudos de la Ley 154, que impone un arbitrio a las corporaciones foráneas, está financiado la Reforma Contributiva y ayudó al Gobierno a poder presentar un presupuesto de $9,070 millones. ¿Pero qué pasará después del 2016? cuando se supone se elimine ese impuesto. Eso es lo que se cuestiona la economista Heidie Calero en el último número de su publicación “Economic Pulse”, titulado “An Indictment of Fiscal Discipline in PR: Assessing the impact of government budget cuts & public debt”.
En el primer año fiscal la Ley 154 recaudó $677 millones en cinco meses y el Gobierno espera obtener otros $1,800 millones en este año fiscal. Pero la cantidad irá disminuyendo a lo largo del tiempo y en el 2016, cuando el impuesto se ha reducido de 4% a 1%, los recaudos serán de sólo $500 millones.
Calero advierte que otro golpe a los ingresos es el costo de la reforma contributiva: $974 millones en el fiscal 2012 y $1,083 en el fiscal 2013.
La experta señala que la disciplina fiscal del Gobierno no ha tenido éxito en su objetivo de proteger el crédito de la deuda y que en ese proceso la recesión se hizo más profunda.
“Para que la disciplina fiscal y la reducción presupuestaria funcione la meta debe ser que la economía crezca”, explica Calero. “Construir una economía que genere empleos que paguen bien a las futuras generaciones requiere inversiones sustanciales en educación, innovación e infraestructura y no hemos visto eso todavía. Necesitamos regresar a la disciplina fiscal y usar la deuda pública para el desarrollo económico sustentable y no para financiar los gastos actuales. ¿Por qué no empezar con el presupuesto del 2013?”.