La moderación en el alza del precio de los combustibles ayudó a contener la inflación, pero los precios de los alimentos siguen altos

Por Luisa García Pelatti

La inflación lleva tres meses desacelerándose. Si en octubre estaba en 6.6%, en enero cayó a 5.8%, el nivel más bajo desde marzo, según datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH). La inflación tocó techo en los meses de junio y julio, con 7.2%.

En los últimos 12 meses los precios de los Alimentos aumentaron 11.1% y los combustibles crecieron 5.4%. Aumentaron también los precios en Alojamiento (2.8%), , Educación y Comunicación (2.6%), Entretenimiento (2.3%), Ropa (1.4%) y Cuidado Médico (0.2%).

Cuando se compara con el mes de diciembre, el IPC subió 0.1%, tras una caída mensual de 0.2% en diciembre. La caída del precio de los combustibles, que cayó 3.6% entre diciembre y enero, no pudo compensar las subidas del precio de los alimentos, que aumentaron 0.5%, a pesar de las reducciones en los precios de cereales, bebidas y productos horneados.

Durante el primer año de la pandemia de COVID-19, se produjo una deflación, es decir, una caída general de los precios. Después los precios empezaron a subir, impulsados por el alza en el precio del petróleo, por la invasión rusa de Ucrania y los problemas en las cadenas de suministro a nivel global.

El año 2022 cerró con una inflación promedio de 6.1%, la más alta en más de 15 años, tras situarse en 2.4% en 2021.