Por Luisa García Pelatti
Las restricciones impuestas al uso de “brokered deposits” podrían limitar la capacidad de préstamo de los bancos locales, según el Informe sobre la Competitividad de la Economía Puerto Rico, presentado la semana pasada por la Reserva Federal de Nueva York. . Por otro lado, la incapacidad del sistema para generar depósitos suficientes obliga a los bancos a competir con el gobierno y las compañías de inversión por una base de depósitos de origen interno que es insuficiente para las necesidades del sistema.
El informe del Banco de la Reserva de Nueva York sobre la Competitividad de la Economía Puerto Rico, presentado la semana pasada, dedica una de sus recomendaciones al sector bancario y señala que es necesario “movilizar financiamiento para el desarrollo y crecimiento comercial” como uno de los cinco desafíos competitivos para la Isla.
El informe de la Fed destaca que la debilidad de los bancos y la falta de alternativas al financiamiento bancario han reducido la disponibilidad de crédito para los negocios locales; y subraya el que ha sido uno de los mayores problemas del sector: la incapacidad de los bancos para atraer depósitos suficientes para mantener la actividad prestataria.
Hasta ahora los “brokered deposits” habían ayudado a compensar el déficit de depósitos, pero las restricciones en el uso de esos fondos, impuestas por las entidades reguladorasv hará que los bancos tengan que encarar la realidad estructural de la insuficiencia del ahorro interno. Como dice un experto, no es nada que no supiéramos ya, “pero es importante que lo diga nuestro máximo regulador”.
“Desde una perspectiva a más largo plazo, el acceso a diversas fuentes de financiación de depósitos menos estables (“non-core-deposits”) durante las tres últimas décadas permitió que los bancos de Puerto Rico ampliaran sus carteras de préstamos mucho más allá del alcance de sus bases de depósito estable. Más recientemente, los límites a este tipo de financiación han contribuido al proceso de desapalancamiento bancario y sugieren que la capacidad de préstamo de los bancos podría verse limitada en algún momento en el futuro. Por otra parte, las necesidades considerables de financiamiento del gobierno de Puerto Rico han desplazado a la inversión privada y han dificultado el desarrollo de mercados de capital locales. Ofertas atractivas de las sociedades de inversión (fondos mutuos) han intensificado aun más la competencia para ahorros locales, contribuyendo a la persistencia de tasas altas de depósitos”.
El déficit de depósitos y seis años de depresión económica están limitando la disponibilidad de crédito para las empresas locales de Puerto Rico. “La condición y el desempeño de los bancos se deterioraron considerablemente en los últimos años tras el auge y la caída en los préstamos de bienes raíces, dejando los bancos con aversión al riesgo y mal posicionados para prestar”.
“La demanda de préstamos es también débil dado el frágil panorama económico de Puerto Rico, y el valor de las garantías se ha reducido significativamente, lo que hace más difícil para los prestatarios potenciales calificar para los préstamos”. Las empresas ven limitada sus alternativas de financiamiento.
“El capital de riesgo y capital privado son también relativamente escasos en la Isla. Tanto las iniciativas del gobierno como las del sector privado—tales como préstamos directos y garantías de los dos bancos gubernamentales de Puerto Rico, los programas de préstamos del Banco de Exportación e Importación y de la Administración de Pequeños Negocios de los Estados Unidos e iniciativas que desarrollan la capacidad del sector privado como el Grupo Guayacán, Inc.—han ayudado a mitigar las restricciones del financiamiento, pero sobre todo en el margen”.