Por redacción de Sin Comillas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento de la economía mundial como resultado del deterioro en las economía avanzadas (debido a los problemas de suministro) y en los países en desarrollo de bajo ingreso (por la pandemia).
El FMI prevé que la economía mundial avance un 5.9% este año (una décima menos) y mantiene la proyección de crecimiento de 4.9% para el año que viene. Más allá del 2022 se espera una moderación del crecimiento hasta 3.3%.
La economía de Estados Unidos ha sufrido uno de los mayores recortes, crecerá este año 6.0% (un punto menos de lo que se anunció en julio), por debajo de algunos países europeos. Reino Unido avanzará 6.8% y Francia mejorará un 6.3%. Por su parte, el PIB de Alemania subirá un 3.1%, tras haber empeorado el Fondo cinco décimas su pronóstico.
Entre las economías emergentes, el organismo ha dejado apenas sin cambios sus pronósticos para China (8.0%) e India (9.5%). América Latina crecerá 6.3%, medio punto por encima de lo previsto en julio, gracias a los buenos resultados del sector exportador de materia primas. Chile será el que más crezca en la región, 11.0%. México crecerá 6.2% y Brasil 5.2%.
El FMI ha explicado que algunos países ha sufrido una fuerte revisión a la baja. “Las perspectivas para el grupo de países en desarrollo de bajos ingresos se ha oscurecido considerablemente debido al empeoramiento de la pandemia” y “la rebaja también refleja más dificultades en las perspectivas a corto plazo para el grupo de economías avanzadas, en parte debido a interrupciones en el suministro”.
El organismo ha asegurado que “la pandemia no terminará en ningún lado hasta que termine en todas partes” y que si el COVID tuviera un impacto prolongado en el medio plazo, podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) mundial en $5.3 billones billones en los próximos cinco años en relación con su proyección actual. Para que esto no sea así, el Fondo ha insistido en que la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para garantizar el acceso equitativo a las vacunas en todos los países.
“La recuperación global continúa pero el impulso se ha debilitado, cojeando por la pandemia”, ha asegurado el FMI. El organismo ha destacado, por un lado, el impacto de la variante Delta (altamente transmisible), que impide volver completamente a la normalidad; por otro, se suman importantes brotes en eslabones críticos del mundo que afectan a las cadenas de suministro y han dado lugar a interrupciones, alimentando aún más la inflación en muchos países.
Sobre los riesgos inflacionarios, el FMI destaca a países como Estados Unidos (4.3%) y Alemania (2.9%), donde la inflación es más alta y puede implicar mayores riesgos. El Fondo ha explicado que la escasez de oferta provocada por los cortes en la cadena de suministros, unida a la liberación de la demanda reprimida y el aumento de los precios de las materias primas están detrás de estas tasas de inflación.
En este escenario, el Fondo ha asegurado que “la política monetaria deberá caminar por una línea muy fina entre abordar la inflación y los riesgos financieros y apoyar la recuperación económica”. Además, ha alertado que “los bancos centrales deben estar preparados para actuar con rapidez si los riesgos se materializan”. Aun así, en sus previsiones la inflación volverá a los niveles pre-pandemia a mitad de 2022.
América Latina será la región con un mayor incremento de los precios en todo el mundo, 9.3%. Para 2022, el FMI calcula que la inflación en Latinoamérica baje hasta 7.8 %, una cifra todavía alta. En Venezuela, la inflación subirá hasta 2,700% este año.