Agencias
Tras haber estado casi estancada en los primeros seis meses del año, la economía estadounidense creció 2.5% en el tercer trimestre, el crecimiento más robusto en un año, impulsada por un vigoroso crecimiento del gasto de los consumidores y mayores inversiones empresariales.
El gasto del consumidor creció a un ritmo anual del 2.4%, que fue más del triple que en el trimestre anterior. Los estadounidenses centraron sus gastos en la adquisición de automóviles, muebles y ropa.
Aunque el crecimiento es suficiente para disipar los temores de una nueva recesión, es muy inferior al necesario para reducir el elevado desempleo, que se ubica ahora en el 9.1%.
Los economistas creen que la economía crecerá de un 2.5% a un 3% en el cuarto trimestre y en todo el próximo año, justo lo suficiente para evitar que aumente el desempleo.
El informe sobre el Producto Bruto Interno (PIB) de Estados Unidos ofreció un panorama más optimista de la economía que el de hace dos meses, cuando parecía inevitable una nueva recesión.